Hay un nuevo desarrollo en la historia humana que se está produciendo y que no se está contando.Aquí, intentamos explicarlo.

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3 sept 2019

Freightened, El Precio del Transporte Marítimo

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Foto: https://www.freightened.com/es/
Desde la energía a los alimentos, la ropa o los dispositivos electrónicos, todo llega a Occidente por barco. El transporte marítimo ha cambiado las reglas del juego. Las distancias ya no existen. “Hemos llegado a un punto en el que los productos locales resultan más caros que los que nos llegan desde las antípodas y está claro que en esa ecuación hay algo que falla”, afirma Elizabeth Cline, una experta en filosofía política.

El 90% de los productos de consumimos en Occidente se fabrican en el extranjero y nos llegan por barco. La industria del transporte marítimo es la pieza clave en la economía mundial y constituye la base de nuestro modelo de civilización moderna; sin ella, sería imposible cumplir con las crecientes demandas de nuestras sociedades. No obstante, el funcionamiento y las normas de este negocio siguen siendo en gran medida desconocidas para muchos, a pesar de que los costes ocultos que se derivan de él nos afectan a todos. A causa de su dimensión, los barcos de carga ya no caben en los puertos tradicionales de las ciudades y se han trasladado fuera de la vista del público detrás de las barreras y los puntos de control. La película responde a preguntas como: ¿Quién mueve los hilos de este negocio de miles de millones de dólares? ¿En qué medida controla esta industria a nuestros responsables políticos? ¿Cómo afecta esta industria al medio ambiente por encima y por debajo del nivel de mar? ¿Y cómo es la vida de los marineros modernos? Llevándonos en un viaje a través de mares y océanos, FREIGHTENED revela en una investigación audaz todas las caras del transporte marítimo a nivel mundial y para atención en las consecuencias de una industria completamente desconocida.

Esta lucrativa actividad se ha convertido en la industria invisible y silenciosa que mueve la economía mundial y por la que se paga un elevado coste social y medioambiental. Unos abusos producidos por las banderas de conveniencia, cuyo anonimato contribuye a la explotación de los trabajadores del mar, a fomentar la evasión fiscal y a contaminar el medio ambiente.

El transporte marítimo es el responsable del 4% de los gases de efecto invernadero de la Tierra y “un cuatro por ciento es una cifra muy alta si se trata de abordar un reto tan grande como el cambio climático”, afirma el experto medioambiental Deron Lovaas.

Es una indutsria omnipresente, pero de la que se conocen muy poco. Ni de los propietarios de los barcos, ni de las empresas que los gestionan. “Es una industria rara, porque es oscura y tremendamente desconocida”, alerta otro de los expertos en este documental.


Más información en https://www.freightened.com/es/
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14 sept 2018

El Grupo Inter Alfa o de cómo "dominar" el Mundo

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Lord Jacob Rothschild, el controlador tras bambalinas del Grupo Inter-Alfa era uno de los socios Rothschild cuando estableció el Grupo Inter Alfa en 1971, y luego de utilizar sus recursos lo dejó en 1980 para continuar con su misión especial, que incluía asesorar a la genocida corona británica y gerenciar los fondos del ducado de Cornwall del príncipe Carlos, para financiar sus excéntricos planes "verdes". Jacob es hijo de lord Victor Rothschild, miembro de los Apóstoles de Cambridge y presidente por breve tiempo de la organización Rothschild. Lord Victor fue un espía británico, el "quinto hombre" en la notoria operación de espionaje conocida como "Homintern", que infiltró las agencias de inteligencia de Rusia para ganarse a una facción de la entonces Unión Soviética a la perspectiva del imperio británico, papel del que se hace eco su hijo hoy en la operación Inter-Alfa en contra de Rusia y Estados Unidos. Gracias a su padre, lord Jacob Rothschild no solo es el "padrino" de los oligarcas que han saqueado a Rusia, sino que ha podido trabar "amistad" con los veteranos "chequistas" confundidos aunque patriotas.

Parecería que N. M. Rothschild, el brazo londinense de la infame familia bancaria veneciana, va a ser el encargado de proteger a los quebrados bancos del grupo Inter Alfa de la catástrofe que tanto hicieron para crear. Además del AIB, ha colaborado para arreglar el rescate de otros cuatro bancos del Inter Alfa: ING de Holanda, KBC de Bélgica, Nordea de Escandinavia, y Societé Generale de Francia. Lord Miner, ex miembro de la junta directiva de N. M. Rothschild, fue asignado para que supervisara los bancos —incluyendo el banco estrella del Inter Alfa, el Banco Real de Escocia— nacionalizado por el gobierno británico en una de las etapas anteriores del desplome económico sistémico.También tenemos fuertes sospechas de que Rothschild usó su influencia para hacer que el Banco Central Europeo le prestara cantidades significativas de dinero a un banco igual de quebrado, aunque no lo hayan admitido, el Banco Santander. Como si esto no fuera suficiente, cuatro de los bancos del Inter-Alfa —RBS, Santander, Societé Generalé e ING— recibieron directamente dinero de los contribuyentes estadounidenses a través del mecanismo corrupto de "rescates bajo cuerda" con el cual rescataron a la aseguradora AIG, y un quinto recipiente, el Dresdner, fue comprado por el Commerzbank del grupo Inter-Alfa aproximadamente al mismo tiempo. Ayuda tener amigos del bajo mundo en lugares acomodados, especialmente cuando se está irremediablemente insolvente.

El sistema monetario actual es la creación de la oligarquía financiera. La idea es controlar el dinero y así, controlar el mundo entero. Grecia, España, Italia y Francia es un paso más en el llamado "desplome" financiero. Pero pocos entienden "quién" y "qué" está detrás de la destrucción de los estados. Desde la Sombra, con explicaciones...


La operación que lanzó el grupo se inició en realidad en las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial. Fue dirigido por Jacob Rothschild, en un principio desde Londres. La red bancaria de los Rothschild, desde su inicio en Frankfurt a finales de 1700, ha sido una operación de la Nobleza Negra de Venecia. De hecho, Venecia, a través de su propia nobleza negra veneciana, está en el centro de esta conspiración financiera mundial que se remonta a la IV Cruzada. Uno de sus primeros patrocinadores fue la familia Thurn und Taxis de Bavaria, los controladores de la inteligencia veneciana y una de las principales familias del Imperio de los Habsburgo de Austria. Esta conexión de Venecia es la verdadera fuente del legendario poder financiero de la familia Rothschild.
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13 sept 2018

El Estado Profundo y su propietario: Wall Street

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El Estado para el que se cometen crímenes no es un Estado que puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado escondido, una estructura secreta.

El "estado profundo" fue definido por el boletín de noticias del Reino Unido On Religion como "las estructuras de poder antidemocráticas incrustadas dentro de un gobierno, algo que muy pocas democracias pueden pretender de estar libre”. El término se originó en Turquía en 1996, para referirse a elementos respaldados por Estados Unidos, principalmente en los servicios militares y de inteligencia, que habían utilizado repetidamente la violencia para interferir y realinear el proceso político democrático de Turquía. Aunque, siendo menos conspiranoico, técnicamente hubo que inventarla después del accidente de un coche Mercedes que rodaba a toda velocidad y cuyos pasajeros eran un miembro del parlamento, una reina de belleza, un importante capitán de la policía local y el principal traficante de droga de Turquía, quien dirigía además una organización paramilitar –los LobosGrises– que asesinaba gente. Se hizo entonces evidente que existía en Turquía una relación secreta entre la policía –que oficialmente estaba buscando al hombre que finalmente se encontraba en aquel auto con un jefe de la policía– y aquellos individuos, que cometían crímenes en nombre del Estado.   A veces la definición se limita a elementos dentro del gobierno (o "un estado dentro del estado"), pero más a menudo como en Turquía se amplía el universo, por razones históricas, que incluyen a "los miembros del hampa turco."  Usaré "estado profundo" en el sentido más amplio, que incluya tanto el segundo nivel de gobierno secreto dentro de Washington y los de afuera lo suficientemente poderosos: Wall Street.

No es exagerado decir que Wall Street puede ser el propietario último del Estado Profundo y sus estrategias, simplemente porque es el que tiene el dinero para premiar a agentes del gobierno con una segunda carrera que le es lucrativa, más allá de los sueños de la avaricia -ciertamente más allá de los sueños del salario de un empleado gobierno.

Se podría decir que ya en la década de 1950 Wall Street era un complejo dominante. Incluía no sólo los bancos y las empresas del petróleo, sino también a las grandes petroleras cuyos acuerdos del cartel se defendió con éxito contra el Gobierno de Estados Unidos por la firma de abogados de Wall Street Sullivan y Cromwell, el hogar de los hermanos Dulles. Este complejo más grande es a lo me refiero por el supramundo de Wall Street o el hampa estadounidense.

La larga historia del Supramundo Wall Street

Esta definición de Wall Street está en consonancia con la observación de Franklin Roosevelt qu en 1933 hizo a su amigo el coronel E.M. House :”La verdad… es, como usted y yo sabemos, que un elemento en los centros más grandes financieros ha poseído el gobierno desde los días de Andrew Jackson”.

La visión de Roosevelt está bien ilustrada por la eficiencia con que un grupo de banqueros de Wall Street (incluyendo el abuelo de Nelson Rockefeller, Nelson Aldrich y Paul Warburg) fueron capaces en una reunión de alto secreto en 1910[1] establecer el Sistema de la Reserva Federal - un sistema que en efecto reserva la supervisión de la oferta de divisas de la nación y de los bancos de todo de los Estados Unidos en manos no imparciales. La influencia política de la Junta cuasi-gubernamental de la Reserva Federal (donde está representado el Tesoro federal, pero que no domina) fue claramente demostrada en 2008, cuando la Fed aseguró el apoyo instantáneo a las administraciones sucesivas de un presidente republicano texano, seguido de un Demócrata del medio oeste, usando el dinero público para rescatar  la gestión imprudente de los bancos de Wall Street: los bancos demasiado grandes para quebrar y, por supuesto, demasiado grandes para la cárcel, pero no demasiado grandes para las fianzas.

[1] El fundador de la revista Forbes, Bertie Charles Forbes escribió seis años más tarde: "Imagine un grupo de grandes banqueros de la nación que sigilosamente montan en un vagón privado de ferrocarril al amparo de la oscuridad saliendo de Nueva York  y recorren cien millas, se embarcan en una lancha misteriosa  y a escondidas llegan a una isla [el apropiado nombre de la isla sería Jekyll] abandonados por casi todos los sirvientes, viviendo allí una semana entera bajo un secreto tan rígido que ni los nombres de ninguno de ellos se mencionan ni una sola vez, no sea que los funcionarios aprendieran la identidad y revelaran al mundo esta extrañísima expedición secreta en la historia de las finanzas estadounidenses. No estoy fabulando. Estoy dando al mundo, por primera vez, la verdadera historia de cómo fue escrito el famoso informe Aldrich, el fundamento de nuestro nuevo sistema de moneda. - (B.C. Forbes, Leslie’s Weekly, October 19, 1916.

Wall Street y el nacimiento de la CIA.

Funcionarios de nivel superior del Tesoro, agentes de la CIA, y los banqueros de Wall Street y los abogados piensan igual, debido a la "puerta giratoria" por la que pasan fácilmente de lo privado a la función pública y viceversa. En 1946 el General de Vandenberg, como Director de Inteligencia Central (DCI), reclutó a Allen Dulles,  un abogado republicano en Sullivan y Cromwell en Nueva York, "para elaborar propuestas para la forma y organización de lo que iba a convertirse en la Agencia Central de Inteligencia en 1947. Dulles formó rápidamente un grupo asesor de seis hombres, todos menos uno de los cuales eran banqueros o abogados de inversión de Wall Street. Dulles y dos de los seis (William H. Jackson y Frank Wisner) más tarde  se unieron a la agencia, donde fue Dulles quien orquestó políticas, tales como el derrocamiento del régimen de Arbenz en Guatemala, que había discutido previamente en Nueva York en el Consejo de Relaciones Exteriores.

Parece haber poca diferencia en la influencia de Allen Dulles cuando era un abogado de Wall Street o cuando era director de la CIA. A pesar de que no se unió formalmente a la CIA hasta noviembre de 1950, se encontraba en Berlín antes del inicio del bloqueo de Berlín de 1948, "supervisando el desencadenamiento de la propaganda anti-soviética en toda Europa."  A principios del verano de 1948 se creó el Comité Americano para una Europa Unida (ACUE), en apoyo de lo que se convirtió en la década de 1950 "la mayor operación de la CIA en Europa Occidental."

El Estado Profundo y fondos para las operaciones encubiertas de la CIA.

Wall Street también fue la inspiración para lo que eventualmente se convirtió en la primera operación encubierta de la CIA: el uso de "más de  10 millones de dólares en fondos recaudados del Eje para influir en las elecciones italianas de 1948." (La recaudación de fondos se había iniciado por los ricos Brook Club en Nueva York, pero Allen Dulles, siendo un abogado de Wall Street, persuadió a Washington para que la campaña fuera de financiación privada, para autorizar la operación a través del Consejo Nacional de Seguridad y la CIA).

El amigo de Dulles, Frank Wisner dejó Wall Street para supervisar un programa de operaciones encubiertas ampliado a través de la recién creada Oficina de Coordinación de Políticas (OPC). Dulles, siendo un abogado, hizo campaña con éxito para reconstruir Europa occidental a través de lo que se conoció como el Plan Marshall. Junto con George Kennan y James Forrestal, Dulles también "ayudó a idear un codicilo secreto [para el Plan Marshall] que dio a la CIA la capacidad para llevar a cabo la guerra política. Lo que le acarreó inmensos gastos".

A causa de ese déficit en la financiación, la CIA, directa o indirectamente, reclutó a los activos locales que participaron en el tráfico de drogas. El miembro del AFL Irving Brown, el asistente de oficial  Jay Lovestone (un agente de la CIA), fue implicado en actividades de contrabando de drogas en Europa, al mismo tiempo que él utilizó fondos desviados desde el Plan Marshall para dicho negocio. Una fuente de financiación análoga para la CIA se desarrolló en el Lejano Oriente: la llamada M-found:

"M-Fund", un fondo secreto de dinero de enorme tamaño que ha existido en Japón. El Fondo fue establecido por los Estados Unidos en la era de la posguerra inmediata esencialmente por las mismas razones que más tarde dieron origen al Plan Marshall de ayuda de los EE.UU. a Europa occidental, incluyendo a la República Federal de Alemania ... El M-Fund  no sólo se utilizó para la construcción de un sistema político democrático en Japón, sino además, para todos los propósitos para los que se utilizaron los fondos del Plan Marshall en Europa.

Por lo menos durante dos décadas la CIA subvencionó generosamente partidos de derecha en países como Japón e Indonesia, los fondos del Eje posiblemente aún se estén utilizando. (Uno encuentra con frecuencia la afirmación de que la fuente del fondo-M fue el oro saqueado por Japón durante la Segunda Guerra Mundial  ("el oro de Yamashita[2]»).

[2] Después de la Segunda Guerra Mundial un gran tesoro de oro japonés (la mayor parte de la cual fue robado de otros países asiáticos) fue encontrado escondido en más de 175 lugares diferentes en las Islas Filipinas por un miembro del general Charles Willoughby, que fue Jefe de Inteligencia del general MacArthur. De acuerdo con el experto financiero Bix ​​Weir , el tesoro aparentemente involucraba más de 300 000 toneladas de oro (unos 100 billones de dólares) y otros tesoros. El oro que se encontró habría aplastado el valor del oro monetario en todo el mundo. Debido a que el Gobierno de los EE.UU. era el mayor tenedor de oro monetario, habría devaluado significativamente las reservas de Estados Unidos si se hubiera hecho público. Su revelación también habría permitido las reclamaciones de algunos países asiáticos. Esto habría roto el equilibrio de poder y riqueza en la región. Los que juegan con el poder de Washington desde los primeros tiempos de Bill Donovan y William Casey a los tiempos modernos con los Bush y Dick Cheney han utilizado este tesoro para avanzar en sus agendas. Hoy en día se conoce como "La Empresa". Con los años, el oro ha sido utilizado como la principal fuente de financiación encubierta por las agencias de inteligencia occidentales de EE.UU. y para manipular los mercados financieros, derrocar gobiernos, y enriquecer las arcas personales de los que se han encargado de su administración. Cada presidente de Estados Unidos desde Truman ha sabido sobre el tesoro y las organizaciones que crecían a su alrededor. Weir afirma dogmáticamente que las instituciones que participaron con él son muy amplias y de gran alcance incluyendo JP Morgan, Citigroup, AIG, el Banco Mundial, Morgan Stanley…

La CIA nunca abandonó su dependencia de fondos de fuera de su presupuesto oficial para llevar a cabo sus operaciones clandestinas. En el sudeste de Asia, en particular, la empresa de la que era propietaria Sea Supply Inc., suministra una infraestructura para un tráfico de drogas y apoyando a una fuerza paramilitar dirigida por la CIA, PARU (Police Aerial Reinforcement Unit) que oficialmente, el programa PARU estaba dirigido para la creación de un campo de entrenamiento en el sur de Tailandia para poner en marcha un riguroso programa para crear una fuerza paramilitar de élite anticomunista.

Wall Street, los hermanos Dulles, y el Cártel del Petróleo Internacional

Los abogados internacionales de Wall Street no ocultaron unos de otros su creencia compartida de que entendían mejor que Washington los requisitos para manejar el mundo. Como John Foster Dulles escribió en la década de 1930 a un colega británico,

La palabra "cartel" aquí ha asumido el estigma del hombre del saco que los políticos están constantemente atacando. El hecho del asunto es que la mayoría de estos políticos son muy regionales y nacionalistas y, la organización política del mundo está bajo influencia de la gente de negocios que han tenido que hacer frente de manera realista a los problemas internacionales encontrando maneras para conseguir saltarse las estúpidas barreras políticas.-“la historia no contada de la firma de abogados Sullivan & Cromwell” (Nueva York: Morrow, 1988).

Esta misma mentalidad también explica por qué Allen Dulles, como oficial de la OSS en 1945, hizo caso omiso de las órdenes de Washington negociando con el general de la  SS Karl Wolff acerca de una entrega condicional de las fuerzas alemanas en Italia - un incumplimiento importante del acuerdo de Roosevelt con Stalin en Yalta, una violación que es considerado por muchos como una ayuda a conducir a la Guerra Fría. Y explica por qué Allen, como director de la CIA en 1957, ocupó sumariamente con la renuencia de Eisenhower para autorizar de vez en cuando los sobrevuelos de los U-2  en la URSS, dentro de un plan secreto con el británico MI-6 por el que los vuelos U-2 podrían ser autorizadas no por el primer ministro británico Macmillan.

Esta mentalidad se exhibió en 1952, cuando el Departamento de Justicia de Truman trató de romper los acuerdos con el cártel respecto a la distribución mundial de petróleo controlado por la Standard Oil de Nueva Jersey (ahora Exxon) y otras cuatro grandes petroleras. (Los otros cuatro eran Standard Oil Company de Nueva York, la Standard Oil de California o Socony, Gulf Oil y Texaco, junto con Royal Dutch Shell y la Anglo-Iranian, que componían las llamadas Siete Hermanas del cartel.) Frente a una orden del gobierno a entregar los documentos pertinentes, el abogado de Exxon Arthur Dean en Sullivan y Cromwell, donde Foster fue socio principal, se negó: "Si no fuera por la cuestión de la seguridad nacional, estamos perfectamente dispuestos a enfrentar una demanda ya sea criminal o civil. Pero este es el tipo de información que el Kremlin le encantaría tener en sus manos”.

En este momento el cartel del petróleo estaba trabajando en estrecha colaboración con la empresa británica Anglo-Iranian Oil (AIOC, más tarde BP) para evitar la nacionalización de AIOC por el premier iraní Mossadegh, instituyendo en mayo de 1951, un exitoso boicot de las exportaciones de petróleo iraní. En mayo de 1951, la AIOC se aseguró el apoyo de las otras grandes petroleras... Ninguna de las grandes empresas tocaría petróleo iraní; a pesar de uno o dos episodios pintorescos. Como resultado la producción de petróleo iraní se redujo de 241 millones de barriles en 1950 a 10,6 millones de barriles en 1952.

Esto se logró al negar a Irán la capacidad de exportar su crudo. En ese momento, las Siete Hermanas controlaban casi el 99% de los petroleros de crudo en el mundo para la exportación, y aún más importante, los mercados a los que iba. Un disminuido Truman, a pesar de un llamamiento personal a Churchill, para que la CIA participara junto al MI6 en los esfuerzos para derrocar a Mossadegh, en su lugar envió Averell Harriman a Teherán en un esfuerzo fallido para negociar una resolución pacífica de las diferencias de Mossadeq con Londres.

Todo esto cambió con la elección de Eisenhower en noviembre de 1952, seguido de la designación de los hermanos Dulles como Secretario de Estado y jefe de la CIA. La querella criminal del Departamento de Justicia contra el cártel del petróleo fue reemplazada rápidamente por una demanda civil, de la que el cartel petrolero finalmente salió ileso.

Allen y John Foster Dulles
Eisenhower, un amigo de la industria petrolera ... cambió los cargos de penal a civil y transfirió la responsabilidad del caso al Departamento de Justicia al Departamento de Estado - la primera vez en la historia que un caso antimonopolio fue entregado al Estado para su enjuiciamiento. El abogado de la defensa para el cártel del petróleo tiempo atrás perteneció al bufete de abogados de Dulles (Sullivan y Cromwell), el caso fue pronto como si estuviera muerto.- Robert Sherrill, Las locuras del petróleo de 1970 a 1980: cómo la industria del petróleo robó el show (y mucho más) (Garden City, NY: Anchor Press / Doubleday, 1983).

También en noviembre de 1952 funcionarios de la CIA comenzaron a planear para involucrar a la CIA en los esfuerzos del MI6 y las compañías petroleras en Irán - a pesar de su notoria Operación TP / AJAX para derrocar a Mossadeq no fue finalmente aprobado por Eisenhower hasta el 22 de julio de 1953.

Los acontecimientos de 1953 reforzaron el papel del cartel del petróleo como un componente estructural del estado profundo de EE.UU., sobre la base de sus poderosas conexiones tanto de Wall Street y de la CIA.  (Otra componente fue la Arabian-American Oil Company o ARAMCO en Arabia Saudita, que aumentó la producción de petróleo en 1951-1953 para compensar la pérdida de petróleo de Irán. Hasta que fue nacionalizada totalmente en 1980, ARAMCO mantuvo  personal encubierto de la CIA como William Eddy entre sus principales asesores.- Timoteo Mitchell, Democracia carbono: el poder político en la era del petróleo (Nueva York: Verso Books, 2011 ). Las cinco grandes petroleras estadounidenses en particular fueron también fortalecidas por el éxito de AJAX, ya que a partir de entonces  la Anglo-Iranian (BP) se vio obligada a compartir el 40 por ciento del petróleo de la refinería de Irán con ellas.


Casi todas las historias recientes que hablan sobre el derrocamiento de Mossadeq lo tratan como una operación encubierta de inteligencia,  donde el cártel del petróleo juega un papel secundario. Sin embargo, la cronología, y sobre todo la aprobación tardía de Eisenhower, sugieren que la CIA que llegó tardíamente en 1953 para asistir a una operación del cártel petrolero antes, y no al revés.

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28 mar 2018

Informe del IPBES: La Degradación Del Suelo Terrestre Es Crítico Pudiendo Afectar a 3.200 Millones de Personas


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Según la primera  evaluación mundial del  estado de la salud de la tierra en el mundo, más del 75 por ciento de la superficie del suelo de la Tierra se ha degradado sustancialmente, poniendo en riesgo el bienestar de unos 3.200 millones de personas.

El nuevo  informe , producido por la Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios ecosistémicos ( IPBES ), tardó tres años en compilarse e involucró a más de 100 expertos de 45 países.

La evaluación exhaustiva, publicada el lunes,  concluye  que  "la rápida expansión y el manejo insostenible de tierras de cultivo y pastizales"  es el principal motor de la degradación de la tierra. El problema ya ha alcanzado niveles "críticos" en muchas partes del mundo, dice el informe.

Los investigadores encontraron que "los estilos de vida de alto consumo en las economías más desarrolladas, combinados con el creciente consumo en las economías en desarrollo y emergentes"  están llevando a  "niveles insostenibles de expansión agrícola, extracción de recursos naturales y minerales, y urbanización".

El profesor Robert Scholes, copresidente del informe IPBES, afirma que "la degradación de la superficie terrestre de la Tierra a través de las actividades humanas empuja al planeta hacia una sexta extinción masiva de especies"  y que revertir esta tendencia es una  "prioridad urgente"  para  " asegurar el bienestar humano ".

Si la tendencia no se revierte, los investigadores  concluyeron que el 95 por ciento de las tierras de la Tierra podrían degradarse para 2050, lo que podría  obligar  a que migren hasta 700 millones de personas en busca de mejores recursos de alimentos y agua.

Los humedales,  en particular , están sufriendo, con una pérdida del 87 por ciento a nivel mundial en los últimos 300 años. De esa pérdida, el 54 por ciento ha ocurrido desde el año 1900, encontraron los investigadores.

En total, menos de una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta permanece libre de impacto humano. Para 2050, sin embargo, se estima que esa cifra caerá por debajo del 10 por ciento. La mayoría de estas tierras vírgenes se encontrarán en "desiertos, áreas montañosas, tundra y áreas polares que no son aptas para el uso o asentamientos humanos",  dice el informe de IPBES.

Los investigadores dicen que una de las mayores barreras para la acción, revirtiendo la tendencia, es la ignorancia. Simplemente, no hay suficientes personas conscientes de esta preocupante situación. Pero crear conciencia en sí mismo podría ser complicado. Como el informe  señala :

"Muchos de los que se benefician de la sobreexplotación de los recursos naturales se encuentran entre los menos afectados por los impactos negativos directos de la degradación de la tierra y, por lo tanto, tienen el menor incentivo para actuar".

Fuente: AntiMedia

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26 feb 2018

Colápso Económico y Hegemonía del Dólar: ¿Cuándo Comenzó Todo?

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En el  artículo anterior  (aquí en español) expliqué por qué el bitcoin debería considerarse una reacción a la hegemonía del dólar estadounidense y cómo otras naciones y bancos centrales se enfrentan a la crisis del dólar provocada por la desdolarización.  En este artículo analizaré cómo llegamos a este punto y qué mecanismos ayudaron a crear una sociedad basada en la deuda.  En el tercer y último artículo examinaremos la naturaleza de la futura transición geopolítica y geo-financiera, así como las señales que debemos vigilar en el futuro inmediato.

Del oro al papel

Para comprender lo que está ocurriendo hoy en día, debemos mirar hacia atrás en tiempos más simples, cuando las personas intercambiaban entre sí. La utilidad y la disponibilidad de los productos determinaba su valor. El oro, en particular representaba un bien finito que era difícil de encontrar y útil en varios campos. Por esta razón, el oro siempre ha sido considerado como el mejor ejemplo de un bien valioso, junto con los diamantes, el platino, la plata y otros elementos que son difíciles de encontrar pero que tienen un uso común o diario. Por ejemplo, la importancia de la utilidad transformó el uranio, un elemento por lo demás inútil, en un bien valioso tras el descubrimiento de la energía atómica. Volviendo al oro, uno puede entender cómo en la era del trueque, el oro era el elemento de referencia con el que tasar el valor de todo. Poco a poco, al oro se unió la plata y luego el bronce para simplificar el intercambio de mercancías y aumentar la comodidad de su uso.

El oro tenía su propio valor intrínseco y era válido en todos los imperios del mundo; lo mismo pasaba con la plata y el bronce. El oro se había convertido no solo en un medio de intercambio y una medida de valor, sino también en un depósito de valor que se iba heredando. Sobre todo, era un medio de pago. Cuando las monedas de plata comenzaron a escasear, se introdujo el pago con la moneda impresa en cuero. Sin embargo, a menudo fueron rechazados debido a que carecían de los principios básicos que otorgaban el oro, la plata o el bronce atendiendo a su medida y depósito de valor. Esta moneda podría desgastarse, y aunque era un medio de pago, no era tan sólida y confiable como los metales preciosos.

La verdadera revolución comenzó en el siglo XVIII cuando el banco central francés comenzó a tomar barras de oro de sus ciudadanos a cambio de trozos de papel con el valor correspondiente escrito en él. Este cambio tendría enormes repercusiones en la economía mundial durante los próximos 300 años.

El aspecto más importante de este cambio fue psicológico, por el cual la persona común estaba dispuesta a entregar su oro físico al banco francés a cambio de un pedazo de papel que indicaba la cantidad de oro que poseía. Hay dos razones fundamentales que llevaron a esta elección, ambas relacionadas con la naturaleza humana: la simplicidad de uso y la confianza en el sistema. El estado francés, a través de su banco central, retiró el oro, la plata y bronce a la gente y lo cambió por papel moneda física sin ningún valor intrínseco. Pero el papel moneda ofrecía un alto grado de portabilidad y facilidad de uso, ayudando a su manejo como medio de pago e intercambio de bienes. El capitalismo nació y la transferencia de riqueza se completó. El mundo estaba pasando de una economía real basada en valores intrínsecos, como la representada por el oro, la plata y el bronce, a una ficticia anclada en trozos de papel.

La Moneda de Reserva Mundial.

El Imperio Británico, y luego el estadounidense, han prosperado enormemente en este arreglo, gracias a la acumulación de oro en sus bancos centrales. El Banco de Inglaterra había acumulado enormes reservas de oro y, por lo tanto, pudo emitir grandes cantidades de libras, lo que aumentó el concepto de una reserva monetaria mundial. La libra había reemplazado lentamente a la moneda francesa como el principal medio de intercambio en todo el mundo, dejando a Gran Bretaña en una posición privilegiada dando como resultado el papel central de Londres en la economía global. A lo largo de la historia, el surgimiento de grandes imperios ha coincidido con que su moneda sea la moneda de reserva mundial. Hasta el Imperio Británico, la moneda siempre había sido una mezcla de monedas valiosas y monedas de reemplazo. Pero con la libra esterlina, el oro fue reemplazado por completo por la libra, dando a Gran Bretaña y sus colonias un poder desproporcionado para manipular la economía global. Para que el sistema fuera sostenible, la obligación era imprimir moneda solo en relación con la cantidad de oro que realmente se poseía. Cada libra emitida se correspondía con una tarifa de oro que solo se había tomado prestada del banco central británico. Cada titular de la moneda, primero en Francia y ahora en Inglaterra, teóricamente podría haber pedido su oro en lugar de libras esterlinas o florines franceses. Este acuerdo se basó en la confianza depositada en los bancos centrales y el estado, liberando al ciudadano promedio de tener que transportar y proteger las monedas preciosas.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos emergió como el mayor triunfador en el Oeste y Washington pronto reemplazó a Londres como la principal potencia mundial, con el tomando el dólar en lugar de la libra como moneda de reserva mundial. El verdadero cambio negativo se produjo cuando Nixon decidió en 1971 eliminar el dólar del correspondiente valor en oro que se había establecido en el Acuerdo de Bretton Woods. Ya no se le exigía a la Fed que se imprimiera el precio del oro en su papel moneda. La crisis del petróleo de 1973 fijó aún más el valor del dólar como resultado de este choque petrolero, llevando a Arabia Saudita y los países de la OPEP a firmar un acuerdo secreto con Washington. Este acuerdo estipulaba que, a cambio de la protección política y militar de Washington, los países de la OPEP tendrían que vender petróleo solo en dólares. Así nació el petrodólar, que reemplazó al estándar vinculado al oro que existía antes de Nixon.

En el transcurso de unos años, la economía mundial experimentó un cambio dramático y catastrófico. El poder militar y económico estadounidense había prevalecido, y la FED podía imprimir infinitas cantidades de dólares sin preocuparse por su sostenibilidad o credibilidad, confiando en la guerra, los medios y el consumismo para apuntalar la fachada. El mundo comenzó a enviar bienes de consumo a los Estados Unidos a cambio de papel usado sin relación con el oro. La estafa del siglo estaba completa. Es una farsa que depende de la colusión entre bancos, agencias federales, agencias de calificación y gobiernos para crear la ilusión de que los bonos del gobierno estadounidense son el activo más seguro del mundo, incluso más que el oro mismo, que comenzó a desaparecer lentamente del radar como una reserva de valor intrínseco.

Avanzando rápidamente hasta el final de la década de 1980, la situación comenzó a empeorar con la transición a una realidad digital regulada por Wall Street y la especulación financiera. Los bancos centrales podrían crear dinero simplemente transfiriendo dinero a los bancos digitalmente.

Este fenómeno provocó una enorme divergencia entre los activos reales y el valor de las monedas. Muchos países que carecen de cierto nivel de credibilidad internacional podrían ver un aumento de la inflación en cuestión de horas como resultado de una fuerte especulación financiera, devaluando el valor de su moneda con consecuencias desastrosas para la economía real.

Veinte años más tarde, la grieta revelada por Lehman Brother repentinamente amplificó todos los problemas existentes. El riesgo era que los ciudadanos perderían la confianza en el dólar o el euro, socavando la comprensión que existía desde el siglo XVIII, donde los ciudadanos intercambiarían oro por papel con la certeza de que la integridad de este proceso estaba garantizada por el banco central de su país. En lugar de sanar al sistema financiero, la solución ideada buscaba aumentar el poder de los bancos y las instituciones financieras, y sobre todo inundar el mercado con dinero para salvar a los bancos que eran demasiado grandes para quebrar. Los contribuyentes ordinarios de repente se vieron envueltos en una deuda de 800 mil millones de dólares con un simple clic del mouse, la Fed trabajando toda la noche para crear dinero de la nada con el fin de aumentar la liquidez de los bancos.

Gracias a una continua corriente propagandística de los medios de comunicación, el ciudadano medio estuvo poco preocupado por estas acciones y la economía global evitó ir cuesta abajo. Los bancos centrales se encontraron en una situación sin precedentes, forzándolos a admitir que la única forma de salvar la economía era crear más dinero de la nada. Una situación tan absurda que ha llevado al Deutsche Bank en 2018 a acumular instrumentos financieros tan tóxicos como derivados por aproximadamente 46 billones de dólares, el doble de la economía estadounidense. Esto está degenerando en una locura sin sentido, como veremos en el próximo y último artículo de la serie.

En el siguiente y último artículo de la serie explicaré cómo la criptomoneda podría salvar a todo el sistema financiero en caso de una nueva crisis y por qué esto significa el final del momento unipolar para los EE.UU.


Artículo de: FEDERICO PIERACCINI, Strategic-Culture. 
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26 ene 2018

¿Es el Bitcoin Una Reacción Contra La Hegemonía del Dólar Estadounidense?

La tecnología blockchain y el nacimiento de las llamadas criptomonedas tiene raíces profundas en tres factores que tienen una importante contribución: el avance de la tecnología, la manipulación de las reglas económicas y financieras mundiales y el intento persistente de debilitar las economías nacionales de países que desafían geopolíticamente el sistema de poder de los Estados Unidos. En este primer artículo abordo estos temas desde un punto de vista financiero, en el siguiente análisis pretendo sumergirme en los aspectos geopolíticos y ampliar la perspectiva sobre cómo Rusia, China y otras naciones están aprovechando un sistema financiero descentralizado.

Muchas economías nacionales parecen haber comenzado el proceso de protegerse de lo que parece ser una tendencia económica inevitable, la desdolarización, que se ha vuelto popular no solo en los países, sino también en las personas comunes como resultado del crecimiento tecnológico mundial y el aumento del acceso a Internet. Los mercados financieros generalmente reflejan esta misma tendencia.

El dólar estadounidense es la moneda de reserva más dominante del mundo  . Las reglas financieras y de planificación que acompañan a esta situación se deciden en los Estados Unidos en beneficio de Washington y algunos de sus aliados. Esto se ha reflejado en la creación del petrodólar, la abolición del patrón oro y la crisis financiera más reciente de 2008, seguido con el proceso insensato de la flexibilización cuantitativa. Todas estas decisiones económicas se han tomado con el objetivo preciso de prolongar la dominación estadounidense de la economía global, apuntalando artificialmente un sistema financiero insostenible.

Las consecuencias prácticas de esta insostenibilidad han llevado a lo largo del tiempo a pensar en una alternativa práctica, tanto para escapar de la dominación del dólar como para volver a anclar la economía a un valor real. La necesidad de eludir esta situación se ha tornado especialmente urgente para los países con una gran cantidad de deuda denominada en dólares, o cuando se enfrentan a la perspectiva de ser excluidos del sistema de pago internacional SWIFT.

Por lo tanto, no es accidental que países como Irán y Venezuela, sino también Rusia y Corea del Norte, hayan recurrido a métodos alternativos para operar en el espacio económico global. La decisión política de Washington en 2012 de eliminar a los bancos iraníes del SWIFT provocó de inmediato la alarma de varios países. La necesidad de escapar de la posibilidad de ser excluidos del SWIFT se hizo urgente para los países bajo la amenaza de Washington. De este modo, nació un sistema de pago alternativo en 2015, bautizado como Sistema de pagos interbancarios transfronterizos ( CIPS), no es sorprendente que fuera fundada por China. Básicamente es una copia del sistema SWIFT y cumple la función de ser un sistema de respaldo en caso de que los estadounidenses intenten excluirlo de los países recalcitrantes del SWIFT. Venezuela ha buscado una solución más radical, creando su propia moneda virtual. El presidente Maduro anunció la creación de una  moneda criptoestatal  basada en el valor del petróleo y respaldada por barriles de petróleo por valor de más de cinco mil millones de dólares. Venezuela se ha visto obligada a dar este paso debido a la escasez de dólares estadounidenses en el país provocada por la guerra económica de Washington, que ha logrado llevar al país a una profunda crisis.

Esta búsqueda de liquidez fresca es una apuesta para Maduro, que incluso espera poder comerciar con países aliados en la nueva moneda, eludiendo así las prohibiciones internacionales. Incluso se dice que Corea del Norte  opera en bitcoin , eludiendo así el sistema internacional de prohibiciones y bloqueos.

Las sanciones a Rusia y la influencia que Washington ejerce con el dólar en el sistema económico global han llevado a Moscú y Pekín a un acuerdo de desdolarización, estableciendo el estándar de oro del  yuan . Rusia vende hidrocarburos a China, que los paga en yuanes, luego Rusia convierte inmediatamente el yuan en oro en la Bolsa de Oro de Shanghai, evitando las sanciones de Washington.

Esta situación se está replicando en un país tras otro. Estados Unidos aumenta la presión financiera y económica sobre los países a través de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, y estos países se organizan entre ellos para hacer retroceder tal interferencia. La tecnología ha facilitado esta estrategia de descentralización contra el centro que es Londres y Washington, el corazón financiero y la causa principal de múltiples problemas globales. En primer lugar, la posibilidad de la impresión ilimitada de dólares ha distorsionado las economías globales, inflando los mercados bursátiles y haciendo que las deudas nacionales crezcan fuera de control. Incluso los  mercados de oro son manipulados en virtud de la abundancia de dinero fácil y herramientas de esquema ponzi como derivados y otras formas de apalancamiento financiero. De forma muy predecible, como se vio en 2008, si todo se derrumba, los bancos centrales rescatarán a sus socios a través del mecanismo de flexibilización cuantitativa, garantizando un flujo de caja ilimitado y dejando a los contribuyentes, junto con los pequeños actores en los mercados financieros, llevar la carga.

Probablemente sea demasiado temprano para que el hombre común entienda lo que está sucediendo, pero de hecho el dólar se está depreciando en relación con algunos activos más tangibles. Pero el oro continúa siendo acorralado por  mecanismos financieros paralelos  y otros instrumentos financieros creados con el único propósito de manipular los mercados financieros de los que depende el hombre común en busca de ganancias modestas. Al igual que otros, el mercado del oro sufre el poder combinado del dólar estadounidense, las instituciones financieras centralizadas y la manipulación del mercado. Entidades como la FED (y sus  propietarios ), la colusión criminal y el trabajo con bancos privados, fondos de cobertura, agencias de calificación y compañías de auditoría, han hecho una inmensa riqueza al llevar al mundo a una estafa basada en la deuda que ha despojado a los ciudadanos normales de su futuro.

Lo que está sucediendo en los mercados de criptomonedas no solo ocurre en paralelo con la expansión de Internet, los teléfonos inteligentes y la creciente capacidad para operar en el mundo digital, sino que también se lo considera un refugio seguro de los reguladores financieros centralizados y los bancos centrales; en otras palabras, del dólar y las monedas fiduciarias en general. Aún no se ha visto si el Bitcoin será una sabia inversión a largo plazo, pero el concepto de criptomonedas llegó para quedarse. La tecnología detrás de la idea, el blockchain, es un modelo definitivo para las transacciones económicas descentralizadas sin ningún intermediario que pueda manipular y distorsionar el mercado a voluntad. Es el antídoto contra el virus de la deuda que está matando a nuestra sociedad y esparciendo el caos en todo el mundo.


Washington ahora tiene que lidiar con las consecuencias de sus acciones dementes contra sus adversarios geopolíticos. La decisión de eliminar a Irán del sistema SWIFT y la guerra económica en curso contra Rusia y Venezuela han llevado a la República Popular de China a evitar cualquier ataque directo a su sistema financiero mediante la creación de un sistema económico alternativo. El objetivo es advertir a los Estados Unidos y a sus aliados que existe una alternativa económica y que ya está en funcionamiento, lista para oponerse al sistema euroamericano si es necesario. Washington no parece querer renunciar al papel de manipulador y gobernante de las finanzas especulativas mundiales, y el resultado obvio de esto es la creación de un sistema financiero que lentamente está trabajando en contra del actual. La falta de anonimato y la centralidad de los sistemas parecen ser los dos elementos fundamentales del sistema financiero actual que orbita alrededor de Londres y Washington. Un sistema anónimo, descentralizado y tecnológicamente confiable podría ser exactamente lo que los adversarios geopolíticos de Washington han estado buscando para poner fin a la hegemonía del dólar estadounidense.

Fuente: FEDERICO PIERACCINI , strategic-culture.
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31 oct 2017

La Deuda Global Se Dispara a los 63 Billones de Dólares

Si sumas todo el dinero que los gobiernos nacionales han pedido prestado, la cifra alcanza los 63 billones de dólares.

En una situación ideal, los gobiernos simplemente toman prestado este dinero para cubrir déficits presupuestarios a corto plazo o para financiar proyectos de una necesidad de rápida implementación. Sin embargo, en todo el mundo, los países han asumido la idea de registrar déficits constantes como algo normal, y una acumulación excesiva de deuda no es saludable ni para los países ni para la economía global en su conjunto.

Estados Unidos es un excelente ejemplo de "endeudamiento": el país no ha contabilizado un superávit presupuestario anual desde 2001, cuando la deuda federal solo era de 6,9 ​​billones de dólares (54% del PIB). Avanzando rápidamente hasta el día de hoy donde la deuda se ha disparado aproximadamente a 20 billones de dólares (107% del PIB), que equivale al 31,8% de la deuda soberana mundial nominalmente.

En el siguiente gráfico de Visual Capitalist viene visualizada la proporción de deuda global como porcentaje de la deuda de las naciones.

Los cinco principales "líderes" en cada categoría, comenzando con la parte de la deuda global nominal son:

Rango
Países
Deuda ($ B)
% de la deuda global
Deuda a PIB
# 1
Estados Unidos
$ 19,947
31.8%
107.1%
# 2
Japón
$ 11,813
18.8%
239.3%
# 3
China
$ 4,976
7.9%
44.3%
# 4
Italia
$ 2,454
3.9%
132.6%
# 5
Francia
$ 2,375
3.8%
96.3%
Solo estos cinco países juntos poseen el 66% de la deuda mundial en términos nominales, lo que equivale a un total de 41,6 billones.

A continuación, aquí están los cinco primeros con mayor Deuda comparada con su PIB :

Rango
País
Deuda ($ B)
% de la deuda global
Deuda a PIB
# 1
Japón
$ 11,813
18.8%
239.3%
# 2
Grecia
$ 353
0.6%
181.6%
# 3
Líbano
$ 75
0.1%
148.7%
# 4
Italia
$ 2,454
3.9%
132.6%
# 5
Portugal
$ 267
0.4%
130.3%

Si bien solo Italia y Japón se consideran economías importantes a escala mundial, también es importante monitorear los altos niveles de deuda de países como Grecia o Portugal.


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26 oct 2017

Saquear el Mundo: Historia y Política del FMI

El siguiente texto es el prólogo del libro de Ernst Wolff titulado: Saquear el Mundo: La Historia y Política del FMI, © Tectum Verlag Marburg, 2014, ISBN 978-3-8288-3438-5

Ninguna otra organización financiera ha afectado la vida de la mayoría de la población mundial más profundamente en los últimos cincuenta años como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial, ha ampliado su ámbito de influencia a los rincones más remotos de la Tierra. Entre sus miembros figuran actualmente 188 países de los cinco continentes.

Durante décadas, el FMI ha sido activo principalmente en África, Asia y América del Sur. Apenas hay un país en estos continentes tal que sus políticas no han sido llevadas a cabo en estrecha colaboración con los respectivos gobiernos nacionales. Cuando la crisis financiera mundial estalló en 2007, el FMI centró su atención en el norte de Europa. Desde el inicio de la crisis del euro en 2009, su enfoque principal se ha desplazado hacia el sur de Europa.

Oficialmente, la principal tarea del FMI consiste en la estabilización del sistema financiero mundial y ayudar a los países en problemas en tiempos de crisis. En realidad, sus operaciones son más una reminiscencia de un ejército en una guerra. Dondequiera que interviene, socava la soberanía de los Estados, obligándoles a poner en práctica medidas que son rechazadas por la mayoría de la población, lo que deja detrás un amplio rastro de devastación económica y social

Para la consecución de sus objetivos, el FMI nunca recurre a la utilización de armas o soldados. Simplemente aplica los mecanismos del capitalismo, en concreto las de crédito. Su estrategia es tan simple como efectiva: Cuando un país se encuentra con dificultades financieras, proporciona apoyo en forma de préstamos. A cambio, exige la aplicación de medidas que sirvan para garantizar la solvencia del país con el fin de permitir el reembolso de estos préstamos.

Debido a su estatus global como "prestamista de última instancia" los gobiernos por lo general no tienen más remedio que aceptar la oferta del FMI y someterse a sus términos - por lo tanto quedar atrapados en una telaraña de la deuda del interés compuesto a la que cada vez se va enredado más. La “mala hierba” resultante en el presupuesto del Estado y la economía nacional es inevitable, conduciendo a un deterioro de su situación financiera, que el FMI a su vez utiliza como pretexto para exigir siempre nuevas concesiones en forma de "programas de austeridad".

Las consecuencias son desastrosas para la gente común de los países afectados (que son en su mayoría de bajos ingresos), ya que sus gobiernos siguen el mismo patrón,  los efectos de la austeridad repercuten mayoritariamente a los asalariados y los pobres.

De esta manera, los programas del FMI han costado a millones de personas sus puestos de trabajo, se les niega el acceso a una atención sanitaria adecuada, un buen funcionamiento de los sistemas de educación y una vivienda digna. Con los inevitables efectos en el aumento de las personas sin hogar, los ancianos despojados de los frutos del trabajo de toda la vida, , la reducción de la esperanza de vida y el aumento de la mortalidad infantil.

En el otro extremo de la escala social, sin embargo, las políticas del FMI han ayudado a que un pequeño grupo de ultra-ricos aumente sus grandes fortunas, incluso en tiempos de crisis. Sus medidas han contribuido de manera decisiva al hecho de que la desigualdad global ha asumido niveles históricamente sin precedentes. La diferencia de ingresos entre un astro rey y un mendigo al final de la Edad Media palidece en comparación con la diferencia entre un gerente de fondos de cobertura y un destinatario a alguna ayuda social de hoy.

Aunque estos hechos son universalmente conocidos y cientos de miles de personas han protestado por los efectos de sus medidas en las últimas décadas, a menudo arriesgando sus vidas, el FMI se aferra tenazmente a su estrategia. A pesar de todas las críticas y a pesar de las consecuencias sorprendentemente perjudiciales de sus acciones, todavía cuenta con el apoyo incondicional de los gobiernos de todas las naciones líderes industriales.

¿Por qué? ¿Cómo puede ser que una organización que produce tan inmenso sufrimiento humano en todo el mundo sigue actuando con impunidad y con el respaldo de las fuerzas más poderosas de nuestro tiempo? ¿En interés de quién funciona el FMI? ¿Quién se beneficia de sus acciones?

El propósito de este libro es responder a estas preguntas.

La Conferencia de Bretton Woods:

El Comienzo del Chantaje

Mientras que la Segunda Guerra Mundial todavía estaba en su apogeo en Europa, en julio de 1944, los Estados Unidos invitó a las delegaciones de 44 países a la pequeña estación de esquí de Bretton Woods, New Hampshire. El objetivo oficial de la conferencia, que se celebró durante tres semanas en el lujoso "Mount Washington" hotel, fue definir las características básicas de un orden económico para el período posterior a la guerra y para proporcionar las bases de un sistema que permita estabilizar la economía mundial y evitar un retorno a la situación que había existido entre las dos guerras mundiales. La década de 1930, en particular, se distinguen por la alta inflación, las barreras comerciales, fluctuando fuertemente los tipos de cambio, la escasez de oro y una caída de la actividad económica en más de un 60%. Además, las tensiones sociales habían amenazado constantemente con romper el orden establecido.

La conferencia fue precedida por varios años de negociaciones secretas entre la Casa Blanca y Downing Street, que ya había estado trabajando en planes para un nuevo orden monetario mundial desde 1940. Un comentario del jefe de la delegación británica, el economista Lord Keynes registró, arroja luz sobre la actitud de la élite hacia los intereses y preocupaciones de los países más pequeños: "Veintiún países han sido invitados que claramente no tienen nada que aportar , solo gravar la tierra ... El monopolio más monstruoso montado durante años”.

Durante el transcurso de la conferencia, se hizo cada vez más claro hasta qué punto el equilibrio global de poder se había desplazado, situando en desventaja a Gran Bretaña. El excesivo gasto en la guerra  había convertido al país, ya muy debilitado por la Primera Guerra Mundial, en el mayor deudor del mundo y lo empujó al borde de la insolvencia. La economía de Gran Bretaña estaba arrodillada y el surgimiento de los movimientos de liberación de todo el mundo anunciaba la ruptura definitiva de su imperio colonial.

El vencedor indiscutible de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, fue Estados Unidos. Habiéndose convertido en el mayor acreedor internacional, llevándose cerca de dos tercios de las reservas mundiales de oro y poseyendo la mitad de toda la producción industrial mundial. En contraste con la mayoría de los países europeos, su infraestructura estaba intacta y mientras que su delegación participaba en las negociaciones de Bretton Woods, el estado mayor del ejército de Estados Unidos planeó un asalto nuclear sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki para hacer hincapié en la afirmación de los Estados Unidos como el dominante global.

Como resultado de este nuevo equilibrio de poder, el plan de Lord Keynes para un nuevo orden económico fue rechazado de plano. Este era que, ante un país con  problemas en el equilibrio de pagos, había propuesto una "unión de pagos internacionales" que habría dado a los países que sufren de una balanza de pagos negativa un acceso más fácil a los préstamos introduciendo una unidad de cuenta internacional llamada "Bancor" que habría servido como una moneda de reserva.

Los EE.UU., sin embargo, no estaban dispuestos a asumir el papel de un acreedor importante en el plan de Keynes. El líder de la delegación, el economista Harry Dexter White, a su vez, presentó su propio plan, que finalmente fue adoptado por la conferencia. Este "Plan Blanco" conceptualizó un sistema monetario mundial nunca antes visto en la historia del dinero. El dólar estadounidense debía constituir su único centro e iba a ser vinculado a todas las demás monedas a un tipo de cambio fijo, mientras que su relación de intercambio con el oro debía ser fijado en  35 dólares por onza de oro. El plan fue complementado por las demandas estadounidenses para el establecimiento de varias organizaciones internacionales diseñadas para supervisar el nuevo sistema y estabilizarlo mediante la concesión de préstamos a los países que se enfrentarían a problemas en la balanza de pagos.

Después de todo, Washington, debido a su tamaño y rápido crecimiento económico, tenía que seguir adelante con el fin de obtener acceso a las materias primas y crear oportunidades de ventas globales por su sobreproducción. Esto requería la sustitución de la moneda hasta el momento más utilizada, la libra esterlina, por el dólar. Además, el tiempo parecía maduro para la sustitución de la City de Londres por Wall Street, por tanto, el establecimiento de los EE.UU. en su nueva posición como el punto focal del comercio internacional y las finanzas mundiales era factible.

El oro-dólar y el establecimiento de tipos de cambio fijos reintroduciendo parcialmente el patrón oro, que había existido entre 1870 y el estallido de la Primera Guerra Mundial - aunque bajo circunstancias muy diferentes, se llevó a cabo. Al fijar los tipos de cambio con el dólar estadounidense, Washington privó a todos los demás países participantes en el derecho a controlar su propia política monetaria para la protección de sus industrias nacionales - un primer paso para restringir la soberanía del resto del mundo por la empresa dominante: Estados Unidos.

La distribución de los derechos de voto propuesto por los EE.UU. para las organizaciones propuestas también estaba lejos de ser democrático. Los países miembros no debían ser tratados por igual o asignar los derechos de voto de acuerdo con el tamaño de su población, sino que corresponde a las contribuciones que pagan - lo que significa que Washington, a través de su superioridad financiera,  tenía asegurado un control absoluto sobre todas las decisiones. El hecho de que la dictadura racista del apartheid en Sudáfrica fue invitado a convertirse en miembro fundador del FMI arroja una luz reveladora sobre el papel que jugaron las consideraciones humanitarias en el proceso.

El gobierno de Estados Unidos tenía la sensación de que no iba a ser fácil ganarse a la opinión pública para un proyecto tan evidentemente en contradicción con el espíritu de la Constitución de Estados Unidos y la comprensión de muchos estadounidenses de la democracia. Por tanto, los verdaderos objetivos del FMI fueron ofuscados con gran esfuerzo y pasaron por alto con la retórica vacía de "libre comercio" y la "abolición del proteccionismo". The New York Herald-Tribune habló de la "campaña de propaganda más grande en la historia del país”.

La primera tarea del FMI era escudriñar todos los Estados miembros con el fin de determinar sus respectivas tasas de contribución. Después de todo, el Fondo ejercería a largo plazo la función de "vigilancia" para la protección del sistema. Por tanto, los EE.UU. reclamaba para sí el derecho a ser informado permanentemente acerca de las condiciones financieras y económicas de todos los países involucrados.

Seis meses después de la conferencia, los británicos pidieron ayuda. Sin más preámbulos Washington ató un préstamo de 3750 millones de dólares, necesitados con urgencia por el Reino Unido para pagar sus deudas de guerra, con la condición de que Gran Bretaña se sometiera a los términos del acuerdo sin ningún pero. Menos de dos semanas después, Downing Street cedió al chantaje de Washington y consintió.

El 27 de diciembre de 1945, 29 gobiernos firmaron el acuerdo final. En enero de 1946, representantes de 34 naciones se reunieron para una reunión de presentación de la Junta de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial en Savannah, Georgia. En esta ocasión, Lord Keynes y sus compatriotas quedaron una vez más, condenados al ostracismo: Contrariamente a su propuesta de establecer la sede del FMI, que mientras tanto había sido declarada una agencia especializada de las Naciones Unidas, en Nueva York, el gobierno de Estados Unidos insistió en su derecho a determinar la ubicación únicamente por sí mismo. El 1 de marzo de 1947, el FMI finalmente asumió sus operaciones en el centro de Washington.

Las reglas para la membresía en el FMI eran simples: Los países candidatos tuvieron que abrir sus libros y fueron rigurosamente examinados y evaluados. Después de que tuvieran que depositar una cierta cantidad de oro y pagar su contribución financiera a la organización en función de su poder económico. A cambio, se les aseguró que en el caso de problemas de balanza de pagos tenían derecho a un crédito de un alcance hasta la de su contribución - a cambio de tasas de interés determinadas por el FMI y la obligación por contrato de  garantizar la liquidación de sus deudas con el FMI antes que todos los demás.

El FMI finalmente recibió un capital inicial de  8.8 mil millones de dólares  de sus Estados miembros que pagaron el 25% de sus contribuciones en oro y el 75% en su propia moneda. Los Estados Unidos se aseguró la tasa más alta mediante el depósito de 2900 millones. La cantidad era el doble de la Gran Bretaña y garantizaba de los Estados Unidos no sólo los derechos de voto doble, sino también el bloqueo de los derechos de las minorías y  el derecho de veto.

El FMI fue dirigido por una Junta de Gobierno, a los que doce consejeros ejecutivos estaban subordinados. Siete de ellos fueron elegidos por los miembros del FMI, los otros cinco fueron nombrados por los países más grandes, liderado por los EE.UU.. Las oficinas del FMI, así como las de su organización hermana, el Banco Mundial, se establecieron en la Avenida Pennsylvania en Washington a poca distancia de la Casa Blanca.

Según los estatutos originales del FMI, éste tenía los objetivos, entre otros:

  • Promover la cooperación internacional en el ámbito de la política monetaria,
  • Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional,
  • Promover la estabilidad del tipo de cambio y ayudar en el establecimiento de un sistema multilateral de pagos,
  • Proporcionar a los países miembros que enfrentan problemas en balanza de pagos con el acceso temporal a los recursos generales del Fondo y con las garantías adecuadas,
  • Acortar la duración y aminorar el grado de desequilibrio en las balanzas de pagos de los países miembros.

Estos términos oficiales hacen que parezca como si el FMI es una institución imparcial, colocada por encima de las naciones e independiente de influencias políticas, su principal objetivo consiste en la gestión de la economía mundial de una manera tan ordenada como sea posible, corrigiendo rápidamente los fallos de funcionamiento. Esto no es casualidad. Esta impresión fue la intención de los autores y de hecho ha logrado el efecto deseado: Es exactamente esta idea la que se ha transmitido al público mundial por más de seis décadas por parte de los políticos, los científicos y los medios de comunicación internacionales.

De hecho, el FMI, desde el principio, ha sido controlada por, y adaptada a los intereses de los Estados Unidos, diseñado para asegurar la dominación del mundo económico de la nueva superpotencia militar. Para ocultar estas intenciones aún más eficazmente, los padres fundadores del FMI en 1947 comenzaron una tradición que la organización ha mantenido hasta nuestros días - la designación de un no estadounidense en el cargo de director gerente.

El primer extranjero, elegido en 1946, fue Camille Gutt de Bélgica. Como ministro de Finanzas de su país durante la Segunda Guerra Mundial, el economista formado había ayudado a los británicos a cubrir sus gastos de guerra prestándoles oro belga. Su gobierno había ayudado a los aliados mediante el suministro de cobalto y cobre de la colonia belga del Congo y apoyado al gobierno de Estados Unidos con las entregas secretas de uranio congoleño para su programa nuclear. En 1944 realizó a cabo una reforma monetaria drástica (más tarde conocida como la "operación Gutt") que costó a la población trabajadora de Bélgica grandes cantidades de sus ahorros.

Gutt dirigió el FMI entre 1946 y 1951. Durante su mandato se centró en gran medida en la aplicación y seguimiento de los tipos de cambio fijos, iniciándose así una nueva era de estabilidad hasta ahora desconocida para los EEUU y las corporaciones internacionales en la exportación de bienes y en la compra de materias primas. También allanó el camino para los grandes bancos de Estados Unidos que trataban de hacer frente a los créditos a escala internacional y abrió los mercados de todo el mundo al capital financiero internacional en busca de oportunidades de inversión.

Cambios políticos importantes en mundo después de la Segunda Guerra Mundial causaron considerables dolores de cabeza para el FMI, ya que limitan el alcance de la organización. Por encima de todo, la Unión Soviética se aprovechó de la situación de la posguerra, que se caracterizó por la división del mundo entre las dos grandes potencias y el dibujo de las nuevas fronteras en Europa. Aun contando con la socialización de los medios de producción por la Revolución Rusa de 1917, los funcionarios de Stalin sellaron el llamado "bloque del Este" de Occidente con el fin de introducir la planificación económica central en estos países. El principal objetivo de la burocracia soviética, sin embargo, no era hacer cumplir los intereses de los trabajadores, sino para asegurar la subordinación del bloque del este bajo sus propios intereses con el fin de saquear estos países. En cualquier caso, la fragmentación de Europa del Este significaba que Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y otros mercados se convirtieron en áreas en blanco para el capital financiero internacional.

La toma del poder por Mao Zedong en 1949 y la introducción de una economía planificada en China por el Partido Comunista privó a los inversores occidentales de otro gran mercado y, finalmente, condujo a la Guerra de Corea. Con la implementación de su política de "contención" cerca de la esfera de influencia de la Unión Soviética, los EE.UU. aceptaron tácitamente la pérdida de cuatro millones de vidas sólo para entregar un mensaje claro al resto del mundo: que el mayor poder económico en la tierra ya no permanecería pasivo si se le niega el acceso a cualquier mercado.

El boom de la posguerra: El FMI proyecta su red

Los años de la posguerra se caracterizaron por el rápido crecimiento económico de todos los principales países industrializados, también conocido como el "milagro económico". Aunque los préstamos del FMI jugaron un papel menor durante este tiempo, el liderazgo de la organización no permaneció inactivo. Por el contrario, el segundo jefe del FMI, Ivar Rooth, ex gobernador del Banco Central de Suecia y ex Director del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, estableció un curso que iba a adquirir gran importancia en la historia posterior de la organización - la introducción de la condicionalidad, es decir, el establecimiento de requisitos obligatorios para la concesión de préstamos.

Harry Dexter White ya había hecho una propuesta en este sentido en la Conferencia de Bretton Woods, pero se encontró con una fuerte resistencia de los británicos. Mientras tanto, sin embargo, la posición de Gran Bretaña había seguido deteriorándose. Las ex colonias, principalmente en África, luchaban por su independencia, y en el Medio Oriente la crisis de Suez se avecinaba - proporcionando a los EE.UU. una oportunidad para avanzar en sus propios intereses en el FMI con más fuerza.

Mediante el establecimiento de los llamados "acuerdos stand-by", Ivar Rooth añadió el principio de "condicionalidad" a la caja de herramientas del FMI. La concesión de préstamos ya era sometida a condiciones que iban mucho más allá de la especificación de los plazos de los préstamos y el nivel de las tasas de interés.

La aplicación de estas medidas, que se endurecieron después de la derrota de Gran Bretaña en Suez llevó a un aumento de las tensiones en las relaciones anglo-estadounidenses, los estrategas del FMI desarrollaron una estrategia que les ayudó a engañar anticipadamente al público. A partir de 1958,  obligó a los gobiernos de los países deudores a la elaboración de "cartas de intención" en la que tenían que expresar su voluntad de emprender "esfuerzos razonables" para dominar sus problemas en la balanza de pagos. Esto hizo que las medidas requeridas por el FMI parecieran como si fuera el país el que las propusiera.

Pero incluso eso no fue suficiente para el FMI. Como paso siguiente, los préstamos que debían desembolsarse se cortaron en tramos ("phasing") y por lo tanto supeditar a la sumisión del país deudor respectivo. Además, el FMI insistió (y todavía insiste) que los acuerdos entre el FMI y sus deudores no se deben considerar como tratados internacionales y por lo tanto no deben estar sujetos a la aprobación parlamentaria. Por último, el FMI decretó que cualquier acuerdo no estaba destinado a la vista del público y tuvo que ser tratado como información clasificada - un régimen que se aplica a día de hoy.

En 1956 se celebró una reunión en París de  importancia histórica para el desarrollo posterior del FMI. Luchando para pagar un préstamo, Argentina tuvo que sentarse con sus países acreedores y representantes del FMI a fin de discutir lass nuevas condiciones impuestas a la misma. La reunión tuvo lugar en las oficinas del ministro francés de Finanzas, Pierre Pflimlin. En los años siguientes, se celebraron reuniones entre representantes del FMI, los acreedores y los deudores con frecuencia en el mismo lugar, evolucionando gradualmente en conferencias mensuales fijas que iban a ser conocidas como el "Club de París". Un ámbito de decisiones extremadamente importantes fueron tomadas en este marco - sin el consentimiento parlamentario y oculto a los ojos del público. Los bancos comerciales de todo el mundo pronto reconocieron la importancia de estas conferencias, y por lo tanto comenzaron su propio "Club de Londres", cuyas reuniones generalmente tenían (y todavía tienen) lugar simultáneamente con los del Club de París.

El FMI posteriormente trabajé en el objetivo de aumentar su potencia de forma masiva en un tiempo relativamente corto. La ola de declaraciones de independencia de los Estados de África a principios de la década de 1960 marcó el comienzo de una nueva era. Los países que habían sido saqueados durante décadas por el colonialismo, ahora tenían que encontrar su propio lugar en el mundo y sobre todo en una economía mundial en condiciones rápidamente cambiantes. Por lo tanto sus gobiernos necesitaban dinero. Dado que la mayoría de estos países ofrecían a los bancos comerciales muy poca seguridad debido a las tensiones sociales, la inestabilidad política y a la, apenas existente infraestructura; el FMI se aprovechó de la situación y ofreció sus servicios como acreedor.

Aunque la mayoría de los países africanos eran tan pobres que sólo se les concedió sumas relativamente modestas, incluso éstas tuvieron consecuencias. Las fechas de vencimiento de los pagos de intereses implacablemente aseguraron el establecimiento de un nuevo colonialismo quedando capturados sin problemas en una nueva red de dependencia financiera del FMI.

La organización, entre cuyos miembros fundadores sólo había tres países de África - Egipto, Etiopía y Sudáfrica - estuvo acompañado por más de 40 estados africanos adicionales entre 1957 y 1969. En 1969, 44 de los 115 miembros eran africanos. A pesar de que representaban  más de un tercio de la organización en general, el derecho de voto ascendía a menos del 5%.

Chile 1973:

Embarcarse en el Sendero del neoliberalismo

El comienzo de la década de 1970 marcó el fin del boom de la posguerra, un período de veinticinco años de expansión económica en la que se habían otorgado a los trabajadores de las principales naciones industriales grandes concesiones sociales y habían experimentado una mejora hasta ahora desconocida de su nivel de vida. Fue la desintegración interna del sistema de Bretton Woods, lo que provocó el final de ese período. Como resultado del aumento de la inversión estadounidense en el exterior y la escalada de gastos militares - en particular para la guerra de Vietnam - la cantidad de dólares a nivel mundial en circulación había aumentado continuamente. Todos los intentos por parte del gobierno de Estados Unidos de poner la presente proliferación bajo control habían fracasado porque el capital de Estados Unidos se había mezclado con el capital extranjero y ninguna nación en la tierra era capaz de frenar  esta masiva concentración de poder financiero.

En 1971, los Estados Unidos, por primera vez en su historia, incurrieron en un déficit en la balanza de pagos. Al mismo tiempo, el desequilibrio entre la oferta de dólares mundial y reservas de oro almacenado en Fort Knox había alcanzado tales dimensiones que incluso el precio del oro llegó a 38,00 dólares y luego a 42,20 dólares, por lo que el dólar ya no podía garantizar su cambio frente a la onza de oro. El 15 de agosto de 1971, el presidente estadounidense Nixon sacó el freno y se rompió el vínculo entre el oro y el dólar, mostrando la arrogancia típica de una superpotencia por no consultar a ningún aliado.

En diciembre de 1971, en una conferencia del grupo G10, fundada en 1962 por los diez países más industrializados del mundo, se decidió por una alineación de los tipos de cambio, lo que provocó un reajuste del valor del dólar frente a otras monedas. Esto llevó a una devaluación del dólar, que iba desde el 7,5% frente a la débil lira italiana al 16,9% frente al fuerte yen japonés. En febrero de 1973, el dólar se devaluó de nuevo, pero pronto se hizo evidente que el sistema de tipos de cambio fijos ya no podía sostenerse. En marzo de 1973, el G-10 y otros países industrializados introdujeron el sistema de tipos de cambio flexibles establecidos por los bancos centrales - sin consultar a un único país fuera de la G 10 y a pesar del hecho de que el artículo del nuevo régimen descaradamente contradecía el 6º del documento fundacional del FMI sobre los tipos de cambio fijos y la estabilidad monetaria.

Con la histórica abolición de los tipos de cambio fijos se terminó con las tareas básicas del FMI. El único papel que le quedó fue el de un prestamista a cargo de la asignación de los fondos y su condicionalidad, con derecho a inspeccionar las cuentas de los solicitantes y así ejercer influencia directa en sus políticas. Sin embargo, fue precisamente esta función para la que no tardarían en darse condiciones extremadamente favorables.

En 1973, los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que había sido fundada en 1960, utilizaron la Guerra de Yom Kipur entre Egipto e Israel para frenar la cantidad de aceite suministrado ("embargo de petróleo") y aumentar drásticamente los precios del petróleo. Esto dio lugar a un enorme aumento en las ganancias de las compañías petroleras y los países productores de petróleo. Estas ganancias fueron a parar a los bancos comerciales, que a su vez trataron de utilizarlos en inversiones rentables. A medida que la economía mundial entró en recesión en 1974-1975 y las oportunidades de inversión en los países industrializados se redujo, la parte del león del dinero tomó la forma de préstamos a los países del tercer mundo en Asia, África y América del Sur, que - debido a su aumento de gastos después de la subida de los precios del petróleo - necesitaron urgentemente dinero. El propio FMI respondió a las crecientes necesidades de crédito de los países en desarrollo mediante la introducción del "Servicio Ampliado del Fondo" en 1974, de la que los países miembros podían obtener créditos de hasta el 140% de su cuota con plazos de cuatro y medio a diez años.

Aunque la instalación se creó específicamente para financiar las importaciones de petróleo que tanto se necesitaban, el FMI -, así como los bancos - se preocupaban poco en lo que el dinero se gastó realmente. Tanto si se fue directamente a los bolsillos de los dictadores como Mobutu en Zaire, Saddam Hussein en Irak o de Suharto en Indonesia - o bien se dilapidó, se transfirió a cuentas extranjeras secretas o se utilizó para fines militares; en cada caso, hizo subir la deuda nacional - no le importaba al FMI ni a los bancos siempre y cuando recibieran sus pagos de intereses con regularidad.

Sin embargo, la situación cambió abruptamente cuando Paul Volcker, el nuevo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, elevó su tasa de interés preferencial (el tipo de interés al que los bancos comerciales pueden obtener dinero de los bancos centrales) en un 300% con el fin de reducir la inflación en 1979. El Estados Unidos se metió en otra recesión, lo que significaba que se necesitaban menos materias primas, debido a la menor actividad económica.

Para muchos países en desarrollo la combinación de la bajada de la demanda, la caída de precios de las materias primas y la subida de las tasas de interés se tradujo en que no podían cumplir con sus obligaciones de pago a los bancos internacionales. Una crisis financiera masiva cernía. La carga de la deuda de los países en desarrollo a principios de 1980 ascendió a un total de  567 mil millones de dólares. Un incumplimiento de pago de esta magnitud habría llevado al colapso de muchos bancos occidentales y por lo tanto tuvo que ser evitado a toda costa.

Fue en este punto que el FMI tuvo su primera gran oportunidad de entrar en el escenario como  prestamista de última instancia. Si bien su área de comunicación difundía la idea de que la organización estaba trabajando en planes de rescate con el fin de "ayudar" a los países endeudados, el Fondo se aprovechó de su posición de monopolio indiscutible y empató el otorgamiento de préstamos a condiciones muy duras. 

En primer lugar, un golpe militar apoyado por la CIA en Chile en septiembre de 1973 había terminado con el gobierno de presidente socialista Salvador Allende y traído al dictador fascista Augusto Pinochet al poder. Pinochet inmediatamente revirtió las nacionalizaciones de Allende, pero no encontró remedio contra la inflación galopante. En un intento por recuperar el control de la situación, él se apoyó en el grupo de 30 economistas chilenos (conocidos como los "Chicago Boys" porque habían estudiado en la Escuela de Economía de Chicago bajo el ganador del Premio Nobel Milton Friedman) los cuales propusieron una línea de trabajo claramente definida: la supresión de cualquier tipo de oposición política y sindical y aplastar los conflictos laborales y, al mismo tiempo llevando a cabo un programa de austeridad radical sobre la base de las ideas neoliberales.

En unas semanas se desarrolló un amplio catálogo de medidas. Se llamó a una drástica limitación de la oferta monetaria, a los recortes en el gasto público, a los despidos en el sector público, a la privatización de la asistencia sanitaria y la educación, a los recortes salariales y a aumentos de impuestos para la clase trabajadora, mientras que al mismo tiempo se redujeron los aranceles y los impuestos corporativos. 

Tanto Pinochet y sus socios, que fueron presentados al público como un "gobierno de tecnócratas", cumplieron con su parte del acuerdo hasta la empuñadura. Mientras el dictador violentamente aplastó toda oposición con medidas drásticas del gobierno y aseguró que muchos disidentes políticos desaparecieran para siempre, los "Chicago Boys" lanzaron un asalto frontal a la población trabajadora. Condujeron el desempleo, que se había mantenido en el 3% en 1973, al 18,7% a finales de 1975, impulsando al mismo tiempo la inflación al 341% y la caída de los segmentos más pobres de la población en la pobreza aún más profunda. Los impactos del programa en realidad agravaron el problema de la desigualdad social en las décadas venideras: En 1980, el 10% más rico de la población chilena acumuló el 36,5% de la renta nacional, ampliándose su participación al 46,8% en 1989, mientras que al mismo tiempo la del 50% más pobre se redujo del 20,4% al 16,8%.

Durante su sangriento golpe, Pinochet había confiado plenamente en el apoyo activo de la CIA y el Departamento de Estado de Estados Unidos en virtud de Henry Kissinger. Al aplicar el programa de austeridad más duro jamás llevado a cabo en un país de América Latina, los "Chicago Boys" recibieron el pleno respaldo del FMI. Independientemente de todas las violaciones de los derechos humanos, los préstamos del FMI a Chile se duplicaron en el año siguiente del golpe de Pinochet, sólo para cuadruplicalos y quintuplicarlos en los dos años siguientes.

Otra experiencia del FMI es referente al Reino Unido. Con el inexorable declive económico de Gran Bretaña en más de dos décadas y media, se había convertido en el mayor país prestatario del FMI. De 1947 a 1971, el gobierno de Londres había dibujado préstamos por un total de  7250 millones de dólares. Después de la recesión de 1974-1975 y los ataques especulativos contra la libra, que había estado bajo una presión aún mayor; en 1976, el gobierno británico una vez más volvió al FMI en busca de ayuda, los Estados Unidos aprovechó la oportunidad para demostrar su poder. Aliarse con los alemanes renacientes, que obligaron al gobierno laborista del primer ministro Harold Wilson a limitar el gasto público, imponer recortes masivos en programas sociales, seguir una política fiscal restrictiva y abstenerse de controles a la importación. Esta intervención drástica representaba una invasión hasta esa fecha desconocida en la soberanía de un país prestatario Europeo por un préstamo del FMI.


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