Malas noticias para la industria farmacéutica. Un estudio ha encontrado que la clase de los bifosfonatos, medicamentos que se utilizan comúnmente para el tratamiento de la osteoporosis, provocan que los huesos se debiliten. Según el estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres, el uso de estos medicamentos se asoció con el desarrollo de "microfisuras'' en el hueso. De manera significativa, los huesos de los pacientes que toman los medicamentos tenían un mayor número de este tipo de grietas y menor resistencia mecánica que los que no lo tomaban.
Este estudio del Imperial College está lejos de ser el primero en identificar problemas serios conlos bifosfonatos. Desde hace más de una década, es bien sabido que este tipo de fármacos se asocia con el desarrollo de osteonecrosis de la mandíbula. Una enfermedad ósea grave en la cual la mandíbula se expone y comienza a debilitarse y muere a causa de la falta de sangre. La osteonecrosis de la mandíbula ha sido ampliamente reconocido como un efecto secundario del tratamiento con bifosfonatos. Las consecuencias pueden ser tan graves que, en algunos casos, los pacientes necesitan cirugía reconstructiva.
Otros conocidos efectos adversos de los bisfosfonatos incluyen problemas gastrointestinales, fiebre, dolor musculoesquelético grave, niveles bajos de calcio, cáncer del esófago y la fibrilación auricular (un tipo de latido irregular del corazón).
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