
En los últimos años hemos visto una creciente divergencia
entre la demanda de oro en el mercado de valores, y la demanda de oro físico. Parece
que cada vez que el precio al contado cae, más oro real es comprado por los
inversores, lo que parece ir en contra de la economía básica de oferta y
demanda. La gran disparidad entre el número de futuros de oro y la cantidad de
oro físico en poder de los bancos y otras bóvedas...