Ministro de defensa griego Kammenos (Anel) © Lapresse - Reuters |
Cuando Tsipras llegó al gobierno en Grecia, Israel alzó la
voz de alarma: Syriza apoyaba la causa palestina pidiendo poner fin a la
cooperación militar de Grecia con Israel. Ante la brutal represión israelí
contra los palestinos, Tsipras advirtió: “no podemos permanecer pasivos, porque
lo que hoy sucede en la otra ribera del Mediterráneo puede suceder mañana en
nuestras costas”. Siete meses después todo se ha aclarado: Panos Kammenos,
ministro de defensa del Gobierno de Tsipras, realizó una visita oficial a Tel
Aviv y firmó junto al ministro israelí de defensa, Moshe Ya’alon, un importante
acuerdo militar. Con esta decisión Kammenos, fundador del nuevo partido de
derecha Anel, eligió el preciso momento en que Grecia se hallaba atenazada por
el problema de la deuda. El “acuerdo sobre el status de las fuerzas”, según
comunica el ministerio de Defensa griego, establece el marco jurídico que
permite “al personal militar de cada uno de los dos países trasladarse y
residir en el otro con el objeto de participar en ejercicios y actividades
cooperativas”.
Israel ha firmado un acuerdo similar solo con Estados
Unidos. En la agenda de las conversaciones también se incluyó lo referente a la
“cooperación en el sector industrial militar” y la “seguridad marítima”, en
especial los yacimientos de gas “off shore” que Israel, Grecia y Chipre
consideran de su propiedad como “zona económica exclusiva”, rechazando las
reivindicaciones de Turquía.
En la mesa de negociaciones también se incluyeron “los temas
relativos a la seguridad en Medio Oriente y en el norte de África” haciéndose
eco de Ya’alon que denuncia a Irán como “el generador del terrorismo, cuya
ambición hegemónica mina la estabilidad de los demás estados”. Kammenos ha
declarado que “también Grecia se halla al alcance de los misiles iraníes, si
solo uno llegara hasta el Mediterráneo podría acabar con los estados de la
región”. Decidió, por lo tanto, contactar con el mando de las fuerzas armadas
israelíes con el objeto de establecer una coordinación más estrecha con las
griegas. Al mismo tiempo, el jefe de la armada griega, el vicealmirante
Evangelos Apostolakis, también firmó con su homólogo israelí un acuerdo de
cooperación no demasiado explícito sobre “servicios hidrográficos”.
El pacto militar con Israel, en nombre del gobierno de
Tsipras, no es solo un éxito personal de Kammenos. Forma parte de la estrategia
de EE.UU./OTAN, que en su ofensiva hacia el este y hacia el sur, busca integrar
más estrechamente a Grecia no solo en la Alianza, sino también en la más amplia
coalición de países que integran Israel, Arabia Saudí, Ucrania y otros.
El secretario general Stotenberg declaró que el “paquete de
rescate” de la UE para Grecia es “importante para toda la OTAN” ya que Grecia
es un “sólido aliado que invierte más del 2% en defensa” (similar a los niveles
alcanzados en Europa solo por Gran Bretaña y Estonia). Para la OTAN es
especialmente importante la base aeronaval de la bahía de Suda en Creta,
permanentemente usada durante los últimos años por EE.UU. y otros aliados,
durante la guerra con Libia y las operaciones militares en Siria. Utilizables
ahora gracias al pacto con Grecia y con Israel sobre todo en la función
anti-Irán.
En este marco estratégico se profundizan los contrastes
entre Grecia e Israel por una parte y por la otra Turquía. En Turquía, la OTAN
mantiene otras 20 bases y el comando de las fuerzas terrestres que en nombre de
la “lucha contra el Estado Islámico” bombardea a los kurdos del PKK (los
verdaderos combatientes anti-EI) y junto a EE.UU. y a los “rebeldes” se prepara
a ocupar la franja septentrional del territorio sirio. Escudándose en el
artículo 4° del Pacto Atlántico, en lo referente a ser una amenaza para la
propia seguridad y la integridad territorial.
Fuente: ilmanifesto.info
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