Cuando Edward Snowden anunció al mundo la práctica
generalizada que tenía el gobierno de EE.UU. de espiar las comunicaciones de los ciudadanos,
hubo dos reacciones generales: ap`pall´ment (desmayos por el terror causado) y
confirmación.
Los ciudadanos estadounidenses en todo el país quedaron
consternados y furiosos ante la idea de que la élite dirigente del gobierno supervisara
en secreto todas sus comunicaciones electrónicas. Además, los ciudadanos enfurecierom
aún más al descubrir que las empresas (como Google, Yahoo, Skype, etc) en las que
habían puesto su fe y confianza estaban más que dispuestos a cooperar con el
gobierno. Y no digamos ya en los países de la UE.
Mientras muchos estaban horrorizados, todavía había otros
que no se sorprendieron de que el gobierno era capaz de tales actos infames
contra sus propios ciudadanos ya que ellos estaban realizando la misma
práctica.
¿Quién más está espiando?
Parece que algunas empresas hacen todo lo posible no sólo
para espiar a los ciudadanos sino que usan esa información para su beneficio. Las
empresas utilizan esta información no sólo para asuntos de mercado y / o
servicios, sino también para conocer a su” enemigo”. También utilizan esta
información en un esfuerzo para distraer a las masas de malas prácticas
corporativas, o (aún peor) utilizan la información en contra de esas personas. Esta
es otra forma que la elite económica gobernante tiene para mantener el control
a través de medios financieros en lugar de a través de la legislación. Uno
de estos casos fue reportado por Barrett Brown.
Brown
se centró en un Banco cuya práctica fue contratar a un ejército de mercenarios
cibernéticos de Estados Unidos en respuesta a una declaración de WikiLeaks que
tenían evidencias materiales de un "ecosistema de corrupción” que podría
acabar con un banco o dos.
Unos de los bancos mencionados por WikiLeaks era el Bank of
America, que por miedo, pasó a la ofensiva. La compañía contrató a Booz Allen
Hamilton, Palantir y HBGary Federal, todos los cuales son conocidos por ser
expertos en inteligencia y en la minería
de datos. Con el equipo de soldados expertos en cyber-intetigencia, el Bank of
America se propuso aniquilar al grupo hack-activista, Anonymous y cualquiera de sus simpatizantes.
Este consorcio de firmas de inteligencia creadas por esta
elite gobernante en el sector financiero, se conocía como el equipo Themis. El objetivo del equipo Themis
era reunir datos de inteligencia sobre Anonymous y sus simpatizantes por
cualquier medio necesario, icluidos los ilegales.
Y, parece que el equipo Themis hizo exactamente eso . De acuerdo con Anonymous:
"En cuanto a los datos queda claro que Bank of
America, TEKsystems, y otros (ver los orígenes de los informes) reunieron información sobre el movimiento
Anonymous y otros activistas en diversas plataformas de medios sociales y los
canales de chat de Internet Relay públicos (IRC)."
Sin embargo, HBGary iría un paso más allá de sólo la
obtención de datos. Fueron cazados haciéndolo. Parece que el ahora ex
jefe del ejecutivo de HBGary Federal Aaron Barr declaró al FT que planeaba
revelar los nombres de algunos líderes del grupo de hackers Anonymous.
Anonymous respondió pirateando el sitio de HBGary Federal robando 71.000
correos electrónicos de la empresa y su empresa hermana HBGAry así como
desconfigurando la cuenta de twitter de Barr. Y fue en esos correos donde se
descubrió los negocios secretos que tenía con BofA.
También descubrieron correos electrónicos que exponían que HBGary
estaba trabajando en el software que "permitirá la creación de varios
perfiles de medios sociales falsos para infiltrarse en los grupos de discusión
y de manipular a la opinión sobre los sitios y desacreditar a las personas1).Una
vez que todo salió a la luz, Aaron Barr renunció a HBGary.
A pesar de que Bank of America fue expuesto por el espionaje
que cometieron contra los particulares, el número de casos de empresas y las
grandes empresas que cometen tales actos no se denuncian.
Parece que el gobierno y las grandes empresas (el núcleo de
la elite gobernante) están espiando activamente a las masas. Sin embargo,
¿quién vigila a las entidades? Si (como ciudadanos y consumidores) no
vigilamos a los gobiernos y a las grandes empresas, entonces ambos podrán
espiar libremente en nosotros. La responsabilidad recae en la gente para poner fin al espionaje ilegal perpetrado por
estos grupos de élite.
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