El 22 de junio de 1942 es una fecha luctuosa en la
historia de Rusia y de Estados postsoviéticos, tales como Ucrania y
Bielorrusia. Alemania invadía aquel día la URSS y comenzaba así la Gran Guerra
Patria.
Los generales de las fuerzas armadas nazis confiaban en una
guerra relámpago, fulminante, para al cabo de meses contados de una ofensiva
victoriosa llegar hasta los límites de Moscú. Los historiadores se preguntan si
estaba preparada la URSS para una guerra con Alemania. Sin duda, la Unión
Soviética había venido preparándose para ella, y muy seriamente. Pero, Stalin
abrigaba temores, que si la URSS va a concentrar fuerzas de consideración en su
frontera, ello podía provocar a Alemania, apunta Natalia Lébedeva, especialista
del Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de Rusia:
—Pero, no había necesidad de provocarla, porque ella
misma se iba a lanzar al ataque. El temor aquel era del todo incorrecto. Stalin
se afanaba en lisonjear a Hitler, con la esperanza de que sus acciones pudieran
conjurar el ataque de Alemania. La URSS no alcanzó a desplegar sus tropas hasta
la frontera y, como consecuencia el enemigo se encontró a las puertas de Moscú.
Hay muchos momentos discutibles en la información de los hechos
vinculados al comienzo de la guerra y al período precedente. Una interrogante
clave es la elucubración con respecto a que la URSS habría entrado en alianza
con Alemania nazi. Sabido es que, en agosto de 1939, Moscú y Berlín firmaron un
Tratado de no agresión. A esto se refiere el historiador Vladímir Simindei, de
la fundación “Memoria histórica”:
—No existen documentos algunos que testimonien que la
URSS y el Tercer Reich estuviesen en estado de alianza. Hay sí documentos que
regulan otras esferas muy distintas, relacionadas con la no agresión, las
fronteras, el comercio. Así, en la práctica, desde el punto de vista de los
documentos firmados, la URSS y Alemania no se encontraron nunca en estado de
alianza. Esas son todas elucubraciones de aquellos publicistas que quisieran,
con fecha retroactiva, tergiversar la historia, mostrando a Moscú poco menos
que la capital, en la que junto con Berlín se tomó la decisión sobre el
estallido de la Segunda Guerra Mundial.
La invasión a la URSS fue matrera pero, ¿puede ser
considerada súbita? Y ello porque la Inteligencia militar había presentado
pruebas de la preparación para un ataque a la URSS. Por cuanto había sido
violado todo un sistema de acuerdos puede ser empleado el vocablo “matrero”.
Aunque, por cierto, no existía gran confianza entre Moscú y Berlín, subraya
Vladímir Simindei:
—Al mismo tiempo, no obstante la existencia de materiales
sobre la concentración de tropas, en el Kremlin consideraron que la invasión en
la fecha fijada, o sea, el 22 de junio, no tendría lugar. Es posible que
enfrentáramos un problema de desinformación estratégica.
En Occidente está en marcha una ola de falsificaciones, cuya
esencia consiste en hacer de Stalin el culpable principal de la Segunda Guerra
Mundial. Dado que él mismo habría planeado un ataque a Alemania, Hitler
simplemente se le adelantó. Vladímir Simindei aclara este asunto:
—Sobre Stalin recae la responsabilidad de no haber
preparado al país para extinguir rápidamente la agresión alemana. Pienso que el
mismo era consciente de ello. Pero, las elucubraciones con respecto a que
desató la guerra es una calumnia a todas luces. Stalin se empeñaba por todos
los medios de evadir, y de postergar toda acción que pudiera provocar esa
conflagración.
El periodo inicial de la guerra justamente, sus primeros
días y semanas fueron los más difíciles y trágicos. Pero, el mando alemán erró
en sus planes. Pues, al entrar en el territorio de la URSS chocó con la
resistencia enconada de las tropas soviéticas. El frente soviético-alemán fue el
decisivo de la Segunda Guerra Mundial. Allí iban a librarse justamente batallas
descomunales, cuyo desenlace determinó no solo el destino del país, sino de
todo el mundo. Las tropas soviéticas, haciendo gala de un coraje y heroísmo
proverbiales lograron abortar el plan hitleriano de la ofensiva hacia el Este.
No hay que olvidar que, ya a partir de otoño de 1941, en Berlín pensaban
iniciar la conquista de Irán, de Iraq, de Egipto, de la región del canal de
Suez, y a continuación de la India. Sin embargo, aquellos planes estaban
condenados a quedar en el papel.
De acuerdo al libro "Icebreaker" de Aleksander Suvurov y de otros autores rusos las PRUEBAS de los planes de la agresión stalinista para la inminente invasión a Europa (atacando por la espalda a la Alemania NS que estaba en guerra contra Inglaterra), son IRREFUTABLES. A los que desconocen esta historia les recomiendo lean el libro y confirmen cada dato y señal que el antiguo miembro de la inteligencia soviética desgrana para apoyar su tesis. El capitulo referente a como Hitler pudo engañar a todo el aparataje del espionaje soviético infiltrado en Alemania es IMPERDIBLE.
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