Los títulos
nobiliarios, como los indultos, desprenden olor a otras épocas. De hecho, el
organismo encargado de gestionar ambos asuntos es el mismo, la División de Derechos de Gracia y otros Derechos,
dependiente del Ministerio de Justicia. En ambos casos, el encargado
oficial de aprobar las medidas de gracia para condenados y las sucesiones de
sangre azul es el mismo, el Rey,
que no sólo estampa su firma cuando un alguien hereda un marquesado concedido
por alguno de los reyes que dirigieron España en siglos pasados, sino queha
creado sus propios títulos nobiliarios a medida.
En concreto, desde
su coronación como jefe de estado ha otorgado 43 dintinciones, la
mayoría marquesados (33), además de darle grandeza de España (una especie
de palco VIP para nobles) a algunos títulos creados con anterioridad, como el
del conde de Godó. Aunque algunos nombres bailan, tanto en Wikipedia como en El País, por poner sólo dos ejemplos, se han publicado
listados de agraciados por Juan Carlos I. Nuestra extracción vía BOE muestra
muchos altos cargos de la dictadura franquista, algunos personajes clave de la
Transición, diplomáticos, artistas, científicos y empresarios.
La herencia franquista y la Transición
La muerte de Franco
no trajo consigo una ruptura real ni mucho menos inmediata con el anterior
regimen. Por eso, tras el acto de coronación, Juan Carlos I se estrenó
concediendo títulos por su papel en una "gloriosa etapa histórica de nuestra patria" a
la viuda y la hija del
dictador, seguidas de una retahíla de personajes que habían tenido altos cargos
durante la dictadura, empezado por Carlos
Arias Navarro, presidente del Gobierno en los últimos años del franquismo.
Le siguieron Torcuato
Fernández-Miranda(presidente interino tras la muerte de Carrero Blanco) yAlejandro García Valcárcel (ocupó varios altos cargos
durante la dictadura). Hasta la esposa de del ministro franquista de Justicia, Rita Gómez,
obtuvo su título de manos del rey.
Algunos personajes
con cierto peso durante la dictadura y que consiguieron mantenerse o ascender
ante el cambio de regimen también fueron condecorados. Es la historia, por
ejemplo, de Sabino Fernández Campo, que formó parte del ejército
falangista pero se recicló como jefe de la Casa del Rey. En su caso, como el de Antonio
Villacieros (jefe de protocolo real) o Íñigo
Moreno (primo político del rey), el marquesado les llegó como recompensa
por sus servicios a la corona.
Si repasamos el
curriculum del marqués Juan
Antonio Samaranch, fallecido en 2010 y mundialmente conocido por presidir
el Comité Olímpico Internacional durante más de una década, podemos encontrar
su cargo comoDelegado Nacional de Educación Física y Deportes del franquismo,
así como una multitud de condecoraciones de todo tipo -al
mérito policial, al mérito agrícola, al mérito aeronáutico...- que recibió, en
su mayoría, de manos de Francisco Franco.
Juan Carlos I
también ha otorgado títulos nobiliarios a personajes que marcaron la
Transición, el cambio de sistema que le consolidó como jefe de estado: los
presidentes Adolfo Suárez y Leopoldo
Calvo-Sotelo, Marcelino
Oreja Aguirre (tío de Jaime Mayor Oreja y exministro de Exteriores) o
el primer presidente del Senado, Antonio
Fontán. En 1986 hizo marqués a Josep
Tarradellas, quien había sido presidente de la Generalitat en el
exilio y lo fue ya en Cataluña hasta que Jordi Pujol ganó sus primeras
elecciones.
Artistas, científicos y Vicente del Bosque
En ocasiones la
nobleza se otorga para poner un sello de agradecimiento real a personalidades
que han marcado hitos en la evolución científica o cultural del país. Es el
caso de bioquímicos (Joan Oró, Margarita
Salas), pintores(Tàpies, Dalí), escritores (Camilo José
Cela, Mario Vargas Llosa), literatos (Emilio
García Gómez), dibujantes(Antonio
Mingote), economistas (Gonzalo Anes), músicos(Andres
Segovia, Joaquín Rodrigo) y otros. Y con otros me refiero a Vicente
del Bosque.
En ocasiones, el rey
agradece la aportación de personajes ya fallecidos haciendo nobles a
sus familiares, como es el caso de Carlos Luís del Valle-Inclán(hijo del escritor), Gregorio
Marañón Moya (hijo del reconocido médico) o Roser
Rahola, viuda de Jaume Vicens Vives y al frente de la editorial que
mantiene vivo el nombre de su esposo.
Empresarios y amigos
Una decena de empresarios llevan un título pegado al
nombre. Es el caso de los
fundadores de dos de los despachos de abogados más importantes del país, Uría
Menéndez y Garrigues. Aurelio
Menéndez Menéndez fue, además, ministro de Educación en el gobierno de
Suárez.Antonio Garrigues Díaz, padre de Antonio Garrigues Walker,
fue embajador de España en EEUU y el Vaticano durante la dictadura. También
tienen título Javier
Benjumea(fundador de Abengoa), la empresaria gallega Carmela
Arias, el presidente de la constructora OHL, Juan
Miguel Villar Mir; y Antonio
Durán Tovar, quien fue presidente deDragados. Hasta el empresario
portugués Vasco Manuel de Quevedo es marqués por gracia del rey
español.
Los totems de la
prensa también fueron reconocidos. José
Manuel Lara, fundador de Planeta y padre el actual
presidente del grupo; y Guillermo
Luca de Tena, presidente de honor de Vocento y que fue
presidente y director de ABC se sumaron a la lista de nobles de la prensa en la
que les esperaba el conde de Godó.
Y no podían faltar
los banqueros, como Alfonso Escámez(fue presidente del Banco Central) o José
Ángel Sánchez Asiaín, que lideró el BBVA hasta 1990 y presidió la fundación Cotec -a
cuyas reuniones acude el rey religiosamente. ¿Y Botín no se lleva nada? No,
pero su mujer, Paloma O'Shea, es marquesa por gracia real.
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