¡Tanques jihadistas! y después, ¿qué sigue? |
El grupo que está consolidando titulares horribles en Irak -
El Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS o EIIS) - es 'al-Qaeda' pero que
podríamos denominarlo por "al-qaeda 2.0 'si lo prefieres. Suscriben
el wahabismo o salafismo, que es la versión extremista saudí de la religión musulmana
que, de acuerdo con una "teoría de conspiración" fue creadopor agentes del Imperio Británico en el siglo 18 como una forma de corromper elIslam y proteger la región de los intereses británicos . El documento que
constituye la evidencia de esta trama es esencialmente la versión musulmana de
los Protocolos de los Sabios de Sión . Por otra parte, si
tenemos en cuenta la existencia de líderes cristianos como Pat Robertson, y el
fenómeno del ' Purity Balls ', no se necesita
ninguna conspiración. Y no es difícil ver cómo podrían surgir muestras e
ideologías similares en el Islam. A menos, por supuesto, que Pat Robertson
sea un agente de la CIA. Fundamentalismo prefabricado o no, el “Wahabismo de Arabia” ha jugado un papel
central en la protección del Medio Oriente para los intereses británicos y
americanos.
Por extraño que parezca, en julio de 2013, el Parlamento
Europeo identificó el movimiento
wahabí como la fuente del terrorismo global y una amenaza para las diversas culturas
y tradiciones musulmanas de todo el mundo. En ese análisis no si hizo
nada, sin embargo, para efectuar la íntima relación entre la familia real saudí
y los EE.UU. y la UE. ISIS se dice que se originó (aunque no con ese
nombre) en 2004 con el mítico Abu Musab al-Zarqawi. Zarqawi era, si usted
recuerda, uno de los testaferros 'de al-Qaeda en Iraq a partir de 2004-2006 y
fue acusado por el gobierno de EE.UU. de orquestar la mayor parte de los
asesinatos sectarios' ', y de las decapitaciones grabadas en video de los
ciudadanos estadounidenses Nick Berg y Eugene Armstrong.
A pesar del hecho de que el Gobierno de EE.UU.. y los
medios de comunicación occidentales están demandando que a todo el mundo le
'tomó por sorpresa' la invasión de ISIS,
se informó hace unas semanas que estos "rebeldes sirios" (de nuevo,
los financiados por los saudíes, Qatar, Turquía y los EE.UU.) se dirigían en la
dirección de la frontera iraquí porque el ejército sirio les empujó fuera de
ciudades como Homs. Lo que parece haber sucedido es que, como la marea se
volvió contra los terroristas de Occidente en Siria, y con el plan original
para los ataques aéreos de la OTAN frustrados por Rusia, a este grupo de
yihadistas se les permitió o alentó una
escapada a Irak con sus cargas de armamento de la OTAN (suministrados por los
EE.UU., Arabia Saudita, Turquía y Qatar), desde donde se podía esperar para
causar el caos suficiente en la Irak Democrática '(sic) y así los gobiernos y
los medios de comunicación occidentales harían un llamamiento para el bombardeo
occidental tanto de Irak y Siria (de donde los yihadistas provienen,
por supuesto). El secuestropor ISIS de decenas de empleados de la embajada turca en Irak fue la
guinda del pastel en este sentido. Turquía
es miembro de la OTAN y un ataque a un miembro de la OTAN es un ataque contra
todos. Eso es en realidad el lema no oficial de la OTAN " uno
para todos y todos para uno ... excepto la UE ... f** k la UE .".
También vale la pena señalar que las acciones de ISIS han
permitido a los kurdos en el norte de Irak tomarel control de varias ciudades importantes (incluyendo campos de petróleo) ,
y con ISIS declarandouna guerra contra los chiítas iraquíes , el escenario está listo,
finalmente, para el cumplimiento del plan de EE.UU. que tiene desde hace mucho
tiempo y el esquema israelí de dividir a Irak en tres "stans"
separados: Kurdistán, chiítas -stan y sunitas-stan. De nuevo, es un
increíble golpe de suerte para los belicistas, cambiadores de régimen, los
constructores del imperio y los autodenominados "creadores de la realidad"
en Washington que ISIS acabe de decidir trasladarse a Irak y con ello cumplir
con el sueño del presidente de la CFR que tenía en 2003de dividir Irak en tres pequeños estados - o este segmento
extrañamente profético de 'Unaestrategia para Israel en la década de 1980 ', un artículo escrito por
el periodista israelí Oded Yinon y publicado en 1982 por la publicación de la
Organización Sionista Mundial, Kivunim :
La disolución de Siria e Iraq en áreas étnicas o religiosamente únicas como en el Líbano es el objetivo primordial de Israel en el frente oriental. Irak, rico en petróleo, por un lado y desgarrado internamente por el otro está garantizado como candidato a los objetivos de Israel. Su disolución es aún más importante para nosotros que la de Siria. Irak es más fuerte que Siria. En el corto plazo, es el poder iraquí el que constituye la mayor amenaza para Israel. Una guerra irano-iraquí destruiría a Irak y causaría su caída interna, incluso antes de que sea capaz de organizar una lucha en un amplio frente contra nosotros. Cada tipo de confrontación inter-árabe nos ayudará en el corto plazo y acortará el camino hacia el objetivo más importante de dividir Iraq como en Siria y el Líbano. En Irak, una división en provincias a lo largo de líneas étnicas / religiosas como en Siria durante la época otomana es posible. Así, existirán tres (o más) estados en torno a las tres principales ciudades: Basora, Bagdad y Mosul y las áreas chiíes en el sur se separará del norte sunita y kurdo.
Arabia Saudí conecctions:
Por otro lado, las acusaciones del primer ministro iraquí,
Nuri al Maliki, contra Arabia Saudí de apoyar a los terroristas en Iraq parecen
haberse confirmado. Por primera vez, el Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS)
ha hecho su aparición en este reino, dijo un analista saudí, Hashim al Wahili,
a la agencia de prensa iraquí Al Najil.
“A través del seguimiento de los desplazamientos de la
organización en Arabia Saudí hemos visto que sus eslóganes han hecho su
aparición en lugares públicos e instituciones gubernamentales”, dijo Al Wahili,
para el cual esto es una prueba de que el movimiento terrorista está sostenido
por los Al Saúd. Es, sobre todo, en la ciudad de Taif, situada al suroeste de
la capital, Riad, donde estos eslóganes han aparecido más, entre otros en los
muros de algunas administraciones saudíes, como la Dirección de los Asuntos
Civiles y los Pasaportes.
Arabia Saudí se ha hecho notar por su apoyo al EIIS mediante
su cobertura mediática de los últimos acontecimientos iraquíes cuando esta
milicia de Al Qaida, apoyada por los restos del régimen de Saddam Hussein, se
apoderó de Mosul, la segunda ciudad de Iraq, de la provincia de Ninive y de una
parte de la provincia de Salahuddin y de Dilaya. Estos milicianos, considerados
terroristas por el gobierno iraquí y la gran mayoría de la comunidad
internacional, son calificados de “revolucionarios” por los medios financiados
por Arabia Saudí, como el canal Al Arabiyya.
El periódico saudí Al Watan, próximo al régimen, publicó un
artículo titulado “Una revolución para la liberación de Iraq” en el que
realizaba una entrevista con dos supuestos comandantes de la insurrección en
Iraq, incluyendo un cierto mayor general Hussan al Din al Dulaimi, presentado
como vicepresidente del consejo político general de los revolucionarios. Éste
contradijo las versiones de los últimos acontecimientos aparecidas en las
agencias internacionales al afirmar que no era el EIIS el que se había
apoderado de Mosul, sino los “revolucionarios de Iraq.”
Además, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, cuyo
partido Estado de Derecho ha sido el vencedor en las elecciones legislativas
del pasado mes de mayo, es acusado por Riad de haber “marginado a la minoría
árabe sunní” en Iraq.
El pasado jueves y por enésima vez el ministro de Exteriores
saudí, Saúd al Faisal, atacó a Maliki. “Las políticas sectarias de Maliki son
la causa del deterioro de la situación en Iraq puesto que su gobierno se ha
comportado de una mala manera con ciertas regiones y él se ha arrogado todos
los puestos clave, lo que ha minado al Ejército iraquí”, dijo en una
conferencia de prensa en Yeddah ,de la reunión de la Organización de la
Conferencia Islámica (OCI), según el sitio de la cadena de televisión Al
Arabiyya. “Yo le aconsejo no contradecir a Arabia Saudí”, añadió.
Según medios próximos al primer ministro iraquí, son Arabia
Saudí y las facciones iraquíes que ella apoya los que están detrás de la
efervescencia sectaria que inflama la región. Y esto en razón de las ambiciones
hegemónicas saudíes. Además el propio régimen saudí ejerce una política
despótica que acapara el poder y no admite compartirlo con nadie, ni siquiera
con su propio pueblo. Por el contrario, Iraq es una democracia.
Detrás de estas acusaciones, lo que realmente molesta a
Arabia Saudí son los estrechos vínculos de Iraq con Teherán. Al Faisal también
puso en guardia a Irán contra toda intervención en Iraq: “Rechazaremos toda
injerencia militar extranjera en Iraq dado que se trata de una crisis con
probables repercusiones regionales”, dijo. Cabe recordar, sin embargo, que el
reino wahabí es quien se inmiscuye en los temas iraquíes, ya que constituye el
principal apoyo a los grupos extremistas que actúan en Iraq, Siria y el resto
del mundo.
En el plano ideológico, las tesis defendidas por el EIIS se
inspiran en el wahabismo, que es la doctrina religiosa oficial en el reino
saudí. En lo que se refiere a las reglas que rigen la sociedad y a sus relaciones
con las minorías, el EIIS aplica las doctrinas de los sheijs wahabíes saudíes
que son conocidos por sus fatuas retrógradas en los temas sociales.
Esta convergencia ideológica explica el hecho de que la
mayor parte de las redes de financiación del EIIS se encuentren en Arabia
Saudí, principalmente en los círculos religiosos más rigoristas. Gracias a su
experiencia de varias décadas, los saudíes son maestros en las transacciones de
dinero ocultas, que permiten llegar sumas, a veces exorbitantes, a las cuatro
esquinas del mundo mediante redes paralelas que son difíciles de identificar.
Lazos con los restos del régimen de Saddam
Los lazos militares y políticos tejidos por el EIIS en Iraq
llevan también a Arabia Saudí. La organización se ha aliado con el brazo
derecho de Saddam Hussein, Ezzat Ibrahim al Duri, que ha reunido a algunos
partidarios del régimen de Saddam y antiguos oficiales de su ejército en el
“Ejército Naqshbandi”, que lucha junto al EIIS. Además, Al Duri se ha alineado
explícitamente con la política regional saudí. En un vídeo difundido en abril
de 2012, Al Duri rindió un homenaje al rey Abdulá de Arabia Saudí. En otra
entrevista concedida al periódico Ahram al Arabi hace varios meses, Al Duri
señaló que “el reino es la fortaleza de la resistencia contra los complots
dirigidos contra la identidad y existencia de la nación.” Él elogió las
“posturas honorables” de Arabia Saudí con respecto a Siria, Bahrein, el Golfo
en general y “el pueblo iraquí y su revolución en particular”. Él identificó a
Irán como “el principal enemigo” y “el peligro más inminente” y rechazó las
acusaciones de terrorismo lanzadas contra los que combaten contra el gobierno
iraquí calificándolos de “revolucionarios”.
El EIIS como instrumento de la política exterior saudí
En el plano político, los últimos acontecimientos en Iraq
sirven, a corto plazo, a los intereses saudíes, incluso si a largo plazo ellos
pueden provocar una amplia desestabilización, que podría extenderse a las
monarquías del Golfo. En realidad, las estrategias de Riad se caracterizan por
ser reacciones, a menudo impulsivas y motivadas exclusivamente por la
preocupación de proteger el poder de la familia Al Saúd, incluso si para ello
hace falta “apoyar a los grupos extremistas”, como señala Simon Henderson,
director del Programa del Golfo en el Instituto de Washington para Estudios del
Cercano Oriente en un documento publicado el 14 de Junio.
Henderson inscribe la “batalla de Iraq” en el marco de “la
guerra saudí contra Irán.” Según él, “los acontecimientos en Iraq ofrecen al
rey saudí, Abdulá bin Abdul Aziz una nueva oportunidad de asestar un golpe a
Irán después de su fracaso en lograr el derrocamiento del presidente sirio,
Bashar al Assad.” Este análisis es corroborado por numerosos hechos. El pasado
22 de abril, el antiguo jefe de los servicios de inteligencia saudíes, príncipe
Turki al Faisal, declaró en una conferencia de prensa sobre seguridad regional
organizada en Bahrein que las entonces próximas elecciones en Iraq provocarían
la “partición del país.”
Saudíes en el EIIS
La prueba más material del apoyo saudí al EIIS es la fuerte
presencia de ciudadanos saudíes en todos los escalones de esta organización.
Los saudíes ocupan, en efecto, los puestos de responsabilidad militar y
religiosa y representan una parte importante de los combatientes extranjeros. Informaciones
procedentes de Iraq hablan de la muerte de varios saudíes en los últimos
combates, incluyendo un oficial del Ejército. Los medios iraquíes han anunciado
también la captura de varios saudíes en la provincia de Di Qar, en el sur del
país.
Los vídeos colocados por el EIIS en Youtube muestran a los
combatientes con un fuerte acento saudí, mientras que los sitios de las redes
sociales hablan de las “hazañas” de los saudíes en las provincias de Nínive y
Salahuddin. A este respecto la diputada iraquí Zeinab Wahid Salman ha
denunciado el papel de Arabia Saudí que intenta, según ella, “reeditar en Iraq
los mismos métodos destructivos que ha puesto en práctica en Siria.”
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