El agujero de Ozono, una anomalía en la concentración de este gas en las capas altas de la atmósfera que deja pasar unos rayos ultravioletas que producen en nuestra piel malignidades y canceres por doquier. Y el culpable es una molécula, el cloro-fluoro-carbono (CFC), compuesto de la industria química usado como refrigerante y aerosol, que al subir a la estratosfera destruye esta capa protectora formada por ozono.
Pero ¿qué os parecería si esto del agujero de ozono fuera un montaje? Estas anomalías en la concentración de ozono ya existían antes de la existencia de los CFCs, y que no se ha podido observar, ni en laboratorio ni en la estratosfera la reacción en cadena de destrucción del ozono por los CFCs y además, según afirman científicos de renombre, no puede producirse por razones químicas.
Las teorías catastrofistas llegaron de la connivencia entre científicos poco serios y políticos aún menos todabía. Pero fijaos, la crítica del CFC llegó entre otros lugares de la corporación química americana “DuPont-Corporación”, una de los mayores fabricantes de CFC. La causa, las patentes, que para este tipo de materias sólo son válidas 50 años, y precisamente este vencimiento tuvo lugar para los distintos tipos de CFCs en los años 70 y 80. ¡Cómo iban a dejar que los países en vías de desarrollo fabricasen sus propios CFCs!, había que inventar otro compuesto, patentarlo y seguir controlando el mercado mundial. A COSTA DE LA MENTIRA Y EL MIEDO.
Todo esto viene a cuento porque uno de los mayores creadores de enfermedad en el mundo es EL MIEDO, apoyado por supuesto en la IGNORANCIA. Nos pueden abrumar con datos sobre el aumento de los canceres de piel y relacionarlos con lo que quieran, dependiendo de los intereses de quién nos lo cuenta. Relacionarlo con el “agujero de ozono”, con el “efecto invernadero”, etc… Nos aconsejarán moderación al tomar el sol, que compremos muchas cremas protectoras (habría que ver cuánto protegen de verdad) y sobre todo nos bombardearán con lo bellos que estaremos si nos ponemos muy morenos, eso si, que nos pongamos muy morenos, la sociedad demanda que para estar a tono con el canon de belleza, para ser bien vistos, para que no nos salgamos del rebaño hay que ser como dicen los que saben de la estética, los que fabrican las cremas, las medicinas, la ropa, etc… Y claro las playas se convierten en auténticos tostadores de pieles, cueste lo que cueste hay que llegar a casa como un tizón.
La sociedad occidental, esa que llamamos “moderna” está basada en grandes urbes donde se hacinan millones de personas que trabajan en oficinas e industrias, en condiciones poco naturales, donde el contacto con el sol es esporádico, estamos muy blanquitos y nuestra piel no está educada para protegerse a sí misma.
A todo esto sumamos algo clave en todo lo relacionado con la piel, LA ALIMENTACIÓN. Comemos productos muy elaborados, refinados y desvitalizados, comemos con prisas, con agobios. No se tienen en cuenta las necesidades reales de nuestro organismo y abusamos de los tóxicos (pesticidas, conservantes, café, tabaco, alcohol, , etc.).
Buenas
ResponderEliminarHe leído el artículo y me ha parecido interesante, me quedé con el sin sabor de poder corroborar las fuentes de datos importantes como lo de la patente del CFC y corporación DuPont.