Grupos vinculados a Al Qaida en Siria, en especial el
Ejército Islámico de Iraq y Siria (EIIS) y el Frente al Nusra, han lanzado una
ofensiva contra otros grupos militantes y este hecho podría acelerar el
creciente dominio que ejercen los primeros sobre el conjunto de la oposición
armada siria.
El EIIS ha recientemente acusado a las brigadas de Faruq y
Nasr de atacar a sus fuerzas y sugirió que ellos pueden haber colaborado con el
gobierno sirio, señaló la agencia Reuters.
El EIIS, que se halla en el distrito oriental de Alepo, ha
anunciado el lanzamiento
de la ofensiva militar “Limpiar el mal” contra esas brigadas, dijo el grupo
en una declaración colocada el jueves en Internet.
“Nosotros atacaremos a los colaboradores del régimen, los
shabbiha (las milicias pro-Assad), y aquellos que han atacado al EIIS,
especialmente las brigadas Faruq y Nasr, Su cobarde incitación e implicación en
actividades contra nuestra organización han sido probadas”, dijo la
declaración, que añade que los dos grupos rebeldes colaboraron con el Ejército
sirio en un ataque que mató a dos líderes del EIIS.
Los grupos vinculados a Al Qaida, incluyendo el EIIS y el
Frente al Nusra, han librado batallas mortales con otros grupos militantes que
operan en Siria en diversas ocasiones desde el inicio del conflicto en Siria
hace dos años.
Por su parte, el Ejército Sirio Libre ha acusado al EIIS de
asesinar a uno de sus comandantes, Abu Obeida Al-Binshi, jefe de la Brigada de
los Libres del Shams, y de intentar hacer lo mismo con el líder de la Brigada
Ahfad al-Rasul. Una fuente del ESL acusó al EIIS de “Matar a todos los
disidentes sin excepción en el área de Guta y el campo oeste de Damasco”.
Naturalmente, estos combates están debilitando aún más a los
grupos armados opositores sirios, que se han venido caracterizando por sus
profundas diferencias ideológicas y de estrategia. Eyal Zisser, profesor de la
Facultad de Humanidades de la Universidad de Tel Aviv, manifestó, en este
sentido, a The
Times of Israel que “los rebeldes están perdiendo porque carecen de una
estructura unificada y de objetivos o demandas comunes. No tienen un mando
centralizado ni un liderazgo político común”.
Al Qaida en expansión
Según el Centro de Política Bipartidaria (Bipartisan Policy Center), un think
tank estadounidense, las milicias de Al Qaida dominan una parte del territorio
sirio y están destruyendo o sometiendo a otros grupos rebeldes y asumiendo un
papel dominante dentro del conjunto de la rebelión siria, lo cual contradice
las afirmaciones del secretario de Estado John Kerry, sobre el “papel reducido”
que juega la organización terrorista en el conflicto.
Por su parte, el periódico The Times of Israel señala
también que el equilibrio de fuerzas dentro de los rebeldes está rápidamente
cambiando en favor de los grupos vinculados a Al Qaida, la mayoría de los
cuales no son ni siquiera sirios. El periódico afirma que la mayor parte de las
unidades de combate asociadas al Ejército Sirio Libre se han asociado en los últimos
meses con el Frente al Nusra o el EIIS.
En este sentido, Zisser afirma que, debido al proceso de
radicalización que sufre la oposición armada, “incluso los sirios que habían
apoyado a los rebeldes en un primer momento han llegado a la conclusión que es
mejor respaldar al gobierno de Bashar al Assad.”
Los últimos meses han sido testigo de numerosos
levantamientos populares en contra de estos grupos. Así por ejemplo, en la
ciudad de Raqqa, en el este de Siria, que se halla en poder de los rebeldes, la
mayoría de la población ha huido y los residentes que quedan han llevado a cabo
protestas contra la brutalidad de que son objeto por parte de los grupos
extremistas. En Alepo, otra manifestación contra un bloqueo de partes de la
ciudad impuesto por los grupos pro-Al Qaida fue recientemente disuelta por
éstos por medio de disparos.
Con el fin de intentar contrarrestar esta creciente
impopularidad, que les afecta negativamente en el campo de batalla, el Frente
al Nusra y el EIIS “intentan desarrollar una estrategia similar a la de Mao Tse
Tung, atrayéndose a la población sunní mediante la prestación de servicios, un
enfoque que resulta básico para cualquier insurgencia exitosa”, se señala en un
documento del Centro de Política Bipartidista titulado “Terrorismo yihadista:
evaluación de una amenaza”.
Los grupos pro-Al Qaida se ven reforzados además por la
continua llegada de combatientes extranjeros. Según Aaron Zelin, un
investigador del Washington Institute, existen en la actualidad combatientes de
más de 60 países luchando en Siria, un millar de los cuales proceden de Europa.
“Éste es un fenómeno que, por su amplitud, nunca se había visto antes”, señaló.
El informe del Centro de Política Bipartidista señala
también que la guerra de Siria podría hacer reforzar a Al Qaida en todo el
Oriente Medio y el Norte de África, donde varios países sufren una grave
desestabilización. En este sentido, los combatientes de países árabes que
luchan en Siria podrían extender, tras su retorno a los mismos, la ideología y
métodos de los grupos que actúan en Siria.
El informe también advierte que cualquier esfuerzo
estadounidense para armar a los grupos opositores rebeldes ayudará al Frente al
Nusra, el EIIS y las otras milicias de Al Qaida en Siria. Un escenario posible
a este respecto es que estos grupos se apoderen de las armas pesadas
sofisticadas entregadas a los aliados de los estadounidenses, ya sea
comprándoselas a éstos o simplemente apoderándose de ellas.
Otro posible escenario es que los grupos pro Al Qaida se
infiltren en el ESL y establezcan una presencia en EEUU, lo que podría
facilitar sus ataques contra una ciudad estadounidense. Asimismo, el informe
advierte que los norteamericanos que luchan en los grupos extremistas en Siria
podrían llevar a cabo actos terroristas cuando regresen a su país.
0 comentarios :
Publicar un comentario