Resumen:
El PIB real sería en estos momentos un
21% menor de lo informado. Si así fuera, quedarían perfectamente
explicados tres hechos claves de nuestra economía:
1) Baja recaudación fiscal. Con el nuevo
PIB esta sería realmente del 40% y no del 32%, unos 3,3 puntos superior a la de
2007, algo perfectamente compatible con las fuertes subidas de impuestos.
2) Alto nivel de paro. Con el nuevo PIB
queda explicado también el tremendo aumento del paro sufrido.
3) Beneficios empresariales.
Según la contabilidad nacional, los beneficios empresariales están en máximos,
lo cual es incompatible con la enorme cantidad de quiebras y los grandes
problemas que están teniendo la gran mayoría de las empresas. Sería también
absurdo que con los beneficios en máximos las empresas se hubieran dedicado a
despedir trabajadores a millones. Eso jamás ha pasado. Sin embargo, con el
nuevo PIB los beneficios empresariales no serían un 7,5% mayores que los de
2007, como se informa oficialmente, sino un 43% menores, lo que es también
compatible con la situación que se observa en las empresas, particularmente en
las pequeñas.
Urge,
pues, que el INE aclare la razón de estas diferencias y que en su caso corrija
los datos del PIB, lo cual sería muy beneficioso también para España de cara a
la negociación de las condiciones de los inevitables rescates que están por
venir. Sería un excelente instrumento de presión, pues los sacrificios exigidos
siempre tienen una relación con la situación real del cada país.
En Europa sorprende muchas veces que en España, ante caídas
del PIB relativamente modestas, tenga este nivel de paro tan
elevado y una recaudación fiscal tan baja sobre el PIB. En la siguiente tabla
podemos ver la evolución del indicador de los cuatro grandes
países de la Eurozona más Grecia, desde 2007, según datos de
Eurostat.
Ahora veamos las variaciones en el porcentaje de
parados durante ese mismo período.
En cuanto a recaudación fiscal como
porcentaje del PIB, en Alemania entre 2007 y 2011 (último dato disponible en la OCDE)
esta ha aumentado en 1,4%, en Francia -0,2%, en Grecia -1,3%, en Italia -0,3%,
y en España -5,7%. En 2012, con unas subidas fortísimas de impuestos, la
recaudación en España en porcentaje del PIB apenas ha subido unas pocas
décimas.
Como se ve, en Grecia, con un aumento del paro similar, el
PIB ha caído 16,5 puntos más que en España. Esto desde la perspectiva oficial
se explica diciendo que el empleo que se ha perdido era muy poco productivo.
Sin embargo, en las tablas input-output de la contabilidad
nacional se ve claramente que esto no es cierto, luego no resulta una
explicación convincente.
Respecto a la recaudación fiscal, se ven variaciones muy
pequeñas en todos los países a lo largo del tiempo, inferiores a 1,5 puntos
porcentuales, excepto en España, donde la caída de la recaudación ha sido de
5,7 puntos, a pesar de haber sido uno de los países donde más han subido los
impuestos. Este hecho ha desafiado en Europa el ingenio de los economistas que
han intentado explicarlo, acudiendo a los argumentos más peregrinos, como que
era así por el incremento exponencial de la economía sumergida en España. Este
razonamiento no puede ser más ridículo, por cuanto la economía sumergida por
definición está fuera de la contabilidad nacional (además de
que las estimaciones más fiables hablan de una reducción de la economía
sumergida desde 2007).
Por extraño que pueda parecer, nadie parece caer en la
explicación más razonable a todos estos hechos, que es simplemente que la
medición del PIB español ya no refleja fielmente el nivel de actividad
económica. Esto lo podemos ver a continuación, tomando los tres grandes
sectores de la economía: industria, servicios y construcción. Vamos a comparar
los indicadores sintéticos de actividad (prácticamente
coincidentes con el PIB) con los indicadores sectoriales de
actividad que mejor correlación han mostrado históricamente.
Empezando con la construcción, comparamos el
consumo de cemento con el ISCOF (indicador sintético de la construcción). Como
se ve, la correlación fue excelente hasta 2008, pero desde entonces se pierde y
actualmente la brecha es de unos 8.000 millones de euros de PIB trimestrales,
con lo que la actividad real sería un tercio menos de la reflejada por el
ISCOF.
En industria comparamos el IPI (índice de
producción industrial) con el ISI (indicador sintético de la industria).
Volvemos a encontrar una excelente correlación hasta 2008. Desde entonces, la
brecha trimestral equivale a unos 8.000 millones de euros de PIB trimestrales,
o un quinto de la actividad del sector.
La mayor diferencia la encontramos en los servicios
de mercado. Comparamos el IASS deflactado con el IPC (índice de actividad
de los servicios) con el ISS (indicador sintético de servicios). Una vez más se
encuentra una excelente correlación hasta 2008, acumulándose desde entonces una
brecha de unos 42.000 millones trimestrales, o un tercio de la actividad del
sector.
Si asumimos que las otras pequeñas partidas del PIB están
correctamente medidas (servicios de no mercado, agricultura e impuestos sobre
importaciones, producción e IVA), esto implicaría que el PIB real sería
en estos momentos un 21% menor de lo informado.
El PIB en 2012 fue de 1.048.468 millones de euros y se estima para el 2013 un valor de 1.033.789 millones.
Pero si aplimamos una reducción del 21%, el PIB sería, para 2013, de 816.669 millones de euros.
Es un tema bastante serio, porque por ejemplo, todos los cálculos que se hacen en el Banco de España que tomen como referencia el PIB, no reflejan la realidad y por lo tanto serán erroneos. Y teniendo en cuenta como se encuentra el sector financiero en España, todas las medidas tomas para suplir este problema, que se toma en base a estos cálculos.... os podeis
hacer una idea....
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