El periódico británico TheFinancial Times estima que “la exacerbación de las tensiones entre Arabia
Saudí y Qatar podría llevar al reino wahabí a tomar medidas “fronterizas”
contra su pequeño vecino o incluso a atacarlo militarmente.
El diario señala que “el emir qatarí Tamim bin Zani hace frente a su primera
dura prueba porque cuando accedió al poder, el mundo entero vió en Tamim un
dirigente moderado y flexible. Pero Bahrein, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes
Unidos han acabado por convocar a sus embajadores en Doha para obligarle a
ceder ante las exigencia saudíes”.
“Doha no quiere poner fin a su apoyo a los Hermanos Musulmanes a los que
alberga y financia. No es la primera vez que Qatar se enfrenta a sus vecinos y
no será la última. Al Yazira está en el origen de estas tensiones. Es una
cadena de gran audiencia y que se ha convertido en una tribuna para los
opositores a las monarquías del Golfo Pérsico”.
El periódico recuerda que “el golpe de estado contra Mursi en Egipto provocó
una división entre las monarquías del Golfo. Por su parte, Yusuf Qaradawi, una
relevante figura religiosa y jefe espiritual de los Hermanos Musulmanes,
continúa desde su plataforma en Al Yazira arengando a sus tropas contra Riad,
El Cairo y Abu Dhabi”.
Citando fuentes próximas a la corte real saudí, el periódico afirma que Riad
podría “imponer próximamente sanciones terrestres o aéreas a los viajeros
qataríes”.
Algunas fuentes no descartan la posibilidad de una intervención militar saudí
para anexionarse algunas localidades qataríes a través de la fuerza armada.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de Qatar, Jalid al Attiya, afirmó el
lunes que su país continuará adhiriéndose a la independencia en su política
exterior en una respuesta a Arabia Saudí y otras monarquías del Golfo que
buscan poner fin a las “injerencias de Doha” en sus asuntos internos y al apoyo
de Qatar a los Hermanos Musulmanes de Egipto.
“Qatar no imita a nadie y eso puede causarnos en ocasiones algunos dolores de
cabeza. Nuestra política está basada en la apertura hacia todos y no queremos
excluir a nadie”, dijo el ministro, de visita en París, en unas declaraciones
recogidas por Al Yazira.
El caso es que una crisis sin precedentes estalló en el seno del Consejo de Cooperación del Golfo(CCG), cuando tres de sus seis miembros -Arabia Saudí, Bahrein y Emiratos
Árabes Unidos- decidieron el miércoles retirar a sus embajadores de Qatar,
reprochando a Doha su injerencia en los asuntos de sus vecinos.
La decisión de llamar a los embajadores fue tomada en el curso de una
tumultuosa reunión en la que se se intercambiaron acusaciones mutuas entre
miembros del CCG en relación a los últimos atentados que se han producido en
Qatar y en Bahrein.
El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Qatar, Dr. Mohammad Mesfer, dio aconocer los entresijos de lo que ocurrió durante el encuentro, que llevó a
la retirada de los embajadores de Qatar.
La delegación qatarí expresó su consternación por la explosión que afectó a su
capital, Doha, el 27 de febrero. Ella dio a conocer algunos elementos de la
investigación aportados por el servicio de inteligencia qatarí, según los
cuales la explosión, que se cobró la vida de 47 personas, no se debió a una
bombona de gas, sino que se trató un atentado terrorista llevado a cabo por
grupos salafistas vinculados al régimen saudí y que habría contado con la
complicidad del gobierno de Bahrein.
Esta información provocó la ira de algunos de los participantes en la reunión,
incluyendo el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, que abandonó airado
la sala.
Este último acusó a gritos al servicio de inteligencia de Qatar para estar
detrás del atentado del 3 de Marzo en Diyah, un pueblo de Bahrein, que causó la
muerte de tres policías, entre ellos uno de los Emiratos Árabes Unidos.
Ésta es la primera vez que un miembro de las fuerzas de seguridad de otro país
del Golfo resulta muerto en Bahrein, donde los soldados y policías de los
estados vecinos, principalmente de Arabia Saudí, fueron desplegados hace tres
años para reprimir las protestas populares que piden reformas políticas.
La prensa de Qatar responde con un tono de desafío
Mientras tanto, la prensa de Qatar, que refleja la opinión oficial, respondió
el jueves en un tono desafiante a la decisión de Arabia Saudí, los Emiratos
Árabes Unidos y Bahrein de retirar a sus embajadores de Doha.
“Señores, Qatar es un estado soberano”, dijo el diario Al Watan, que abordó en
un artículo la decisión de los tres países en un intento de refutar sus
argumentos relativos al apoyo de Doha al movimiento de los Hermanos Musulmanes
y sus injerencias en los asuntos de sus vecinos.
“Se trata de diferencias de puntos de vista” sobre el apoyo a los Hermanos
Musulmanes en Egipto, señala el artículo firmado por el director del diario,
Mohammed al Merri, que añade que tales diferencias no pueden, en ningún caso,
justificar la decisión de los tres vecinos.
“Qatar no es el vasallo de nadie”, indicó, por su parte, el diario Al Raya, que
hizo hincapié en el derecho de este país a “expresar su opinión en los asuntos
internacionales” y a “ser un estado influyente, cuya voz llega lejos”.
“Algunos de nuestros hermanos en el Golfo no han renunciado a dar órdenes (...)
olvidando que Qatar es un estado independiente que se niega a ser un súbdito de
nadie”, afirmó el diario Al Arab.
Maliki: “Arabia Saudí y Qatar
han declarado la guerra a Iraq”
Y para colmo, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha acusado a Arabia Saudí y a Qatar dehaber declarado la guerra a Iraq, país que conoce una espiral de violencia
que ha costado la vida a más de 1.800 personas desde el principio de año.
Estas dos monarquías del Golfo obran para desestabilizar a Iraq apoyando el
terrorismo, incluyendo a grupos vinculados a Al Qaida, indicó Maliki en una
entrevista concedida el sábado a la cadena Francia 24.
Anteriormente, Maliki había acusado a “ciertos países de la región”
de querer desestabilizar el país, pero es la primera vez que Maliki los nombra.
“Ellos atacan a Iraq a través de Siria y, de manera directa, ellos han
declarado la guerra a Iraq. Estos dos países son los primeros responsables de
la violencia entre las comunidades, del terrorismo y de la crisis de seguridad
en Iraq”, dijo Maliki, que añadió que Riad y Doha han suministrado un apoyo
político, financiero y mediático a los militantes, incluyendo los de Al Qaida.
También acusó a los dos países de “comprar armas para las organizaciones
terroristas”.
Él dijo que estos dos países “apoyan el terrorismo, a Al Qaida y a los takfiris
y reclutan yihadistas que provienen de países europeos, incluyendo Bélgica,
Francia y otros”.
Durante la entrevista televisada, se preguntó a Maliki: “Cómo han venido ellos
a Iraq?” y él respondió: “Gracias a los comités creados por Arabia Saudí para
traer a los yihadistas a combatir a Iraq. En el momento en el que el reino
saudí promulga una ley que prohíbe a los saudíes ir a combatir al extranjero,
intenta reclutar a personas del Magreb y otros lugares”.
Al ser preguntado sobre las acusaciones según las cuales su gobierno margina a
la minoría sunní, el primer ministro ha asegurado que tales alegaciones son
realizadas “por personas sectarias ligadas a agendas extranjeras, con una
incitación saudí y qatarí”.
Durante su entrevista, Maliki atacó especialmente a Arabia Saudí señalando que
este país apoya el terrorismo “en Siria, Iraq, Líbano, Libia e incluso en otros
países situados más allá del mundo árabe”, insistió.
Este ataque contra las dos monarquías del Golfo se produce a dos meses de las
elecciones legislativas previstas para finales de abril. Analistas iraquíes
creen que Arabia Saudí está intentando que el gobierno de Maliki, que está
dominado por partidos shiíes y mantiene estrechos vínculos con Irán, pierda las
elecciones mediante el deterioro de la seguridad.
Iraq está llevando a cabo combates contra grupos próximos a Al Qaida en la
provincia iraquí de Anbar.
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