La Unión Europea derogó los
aranceles de importación para los paneles solares procedentes de China a partir
del 6 de agosto. La decisión correspondiente había sido aprobada en las
vísperas por la Comisión Europea luego de una investigación antidumping llevada
a cabo y de las negociaciones con el Gobierno chino.
Recordemos que el mayor conflicto
en la historia del comercio entre China y la UE surgió a principios de junio.
Entonces Europa, deseando defender los intereses de sus propios productores,
introdujo aranceles para los paneles solares chinos. Esto provocó incomodidad
en China, que exigió el respeto de
condiciones de igualdad para todos los participantes en la OMC (organización
mundial de comercio). Después de seis semanas de negociaciones la Comisión
Europea concluyó su investigación antidumping y derogó la
introducción de los aranceles aduaneros. Si no se hubiera llegado a un
compromiso, desde el martes las tarifas para la importación de los paneles
chinos hubiera crecido casi en cuatro veces y alcanzado casi el 50%. Como
respuesta Pekín estaba dispuesto a introducir los impuestos aduaneros correspondientes
a la entrada de materias primas europeas para la producción de paneles solares.
De igual manera, China organizó los controles del vino europeo los cuales
golpeaban a los productores vinícolas de la UE. Después de esto la UE decidió
llegar a un compromiso y ponerse de acuerdo con su socio comercial.
Se logró terminar la discusión solamente
después de que los productores chinos aceptaron una serie de condiciones de los
europeos. Por ejemplo, establecer un precio mínimo de cincuenta y seis centimos
de euro por vatio, introducir módulos solares con una potencia total no
superior a los siete GWatt anuales y aceptar la introducción de cuotas. Con
ayuda de tales limitaciones los europeos pretenden, de una parte, eliminar la
amenaza de un dumping chino; y por otra parte, garantizar un suministro estable
de paneles solares en el mercado europeo. China controla el 80 % del mercado
europeo de paneles solares, su exportación a los países de la UE en el año 2011
constituyó veintiún mil millones de euros. En los últimos dos años la
producción de paneles solares en China creció cuatro veces. La producción de
paneless en este país está subsidiada por el Gobierno y la fuerza de trabajo es
más barata. Gracias a esto, los precios de los paneles solares chinos son dos
veces inferiores a sus análogos europeos. La UE gasta mucho dinero en la
promoción de las fuentes alternativas de energía, y el retraso en su capacidad
competitiva lleva a cero todos sus esfuerzos para disminuir la dependencia de
las importaciones.
Tanto China, como los países de
la UE pertenecen a la Organización Mundial del Comercio, la cual fue creada con
el objetivo de garantizar iguales condiciones a todos sus participantes. Sin
embargo, semejantes deseos de defender su propio mercado con barreras de
impuestos o cuotas viola las reglas del libre comercio, considera la parte
china. Ya ha presentado quejas contra Italia y Grecia, acusándolas de
competencia desleal en el mercado de los paneles solares. Aseguran los expertos
que no se podrá por mucho tiempo mantener artificialmente los altos precios,
beneficiosos para los productores europeos. Ellos no excluyen la posibilidad de
nuevos conflictos comerciales. Lo cierto es que mientras la UE por ahora anda
remendando agujeros en su economía, China continúa aumentando el ritmo de
crecimiento de su industria. Y tarde o temprano habrá que tener en cuenta sus
intereses.
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